Antes de la llegada de los GEAS, dos bomberos se tiraron al mar para rescatar a la madre.
Los hechos sucedieron a gran velocidad, reconocen los presentes, algunos aficionados a la pesca y otros ciudadanos que simplemente paseaban por las instalaciones portuarias. Al estruendo por la caída del vehículo al agua, sonido que alertó a todas las personas de los alrededores, le siguió los gritos de una madre enajenada porque, tras una primera inmersión presa del pánico, no pudo volver a introducirse en el mar.
La reacción de dos ciudadanos que presenciaron el accidente de causas desconocidas, no dudaron en saltar desde el muelle para ayudar a una mujer desesperada, según los presentes. Los seis o siete metros de profundidad eran insalvables, explicaron, de modo que tuvieron que desistir en su intento de recuperar a los menores. La oscuridad del mar tampoco facilitó estos esfuerzos por sacar a la superficie a los hermanos. “Hemos sentido una gran impotencia por no poder hacer nada”, lamentaban ya en la superficie.
De los cuerpos de seguridad, la Policía Portuaria fue el primero en personarse en el Muelle de España, seguidos de Bomberos, relataron varios testigos presenciales. Las mismas personas recordaron que dos bomberos, dadas las circunstancias y la prolongada estancia de los niños sumergidos, decidieron lanzarse para rescatar a la madre, la cual aún se encontraba en el agua lamentándose por la ausencia de sus hijos, antes de ser trasladada al hospital universitario, donde permanecía al cierre de esta edición.
Varios ciudadanos que presenciaron lo ocurrido aseguran que los cristales del vehículo estaban bajados y consideran que este factor aceleró el hundimiento del vehículo, un dato que se podrá corroborar cuando se recupere el turismo.
Las personas permanecieron en los alrededores de la zona acordonada hasta las 00.00 horas aproximadamente y, en la puerta de acceso a las instalaciones portuarias y ya fuera del recinto, varias eran las personas que ya conocían este amargo suceso.