El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha defendido que la posición unitaria junto a CCOO es que el salario mínimo suba a 1.200 euros para llegar al 60% del sueldo medio, y que los trabajadores afectados por esos emolumentos estén exentos de retención del IRPF. Álvarez también ha destaacdo que existen pluses salariales, como los aplicados en Canarias y en las actividades de Ceuta y Melilla para los empleados públicos, y ha subrayado que este tipo de beneficios también deben aplicarse en el caso del salario mínimo, para garantizar una mayor equidad en todo el territorio español.
En su encuentro de este miércoles con los delegados de UGT-PV del 112 y del Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia, Pepe Álvarez reafirmó su postura, asegurando que el objetivo es cumplir con lo establecido en la Carta Social Europea, que establece que el salario mínimo debe estar alineado con el 60 % del salario medio. En 2023, el salario medio español superó los 1.300 euros por catorce pagas, lo que pone en evidencia la necesidad de un aumento en el SMI para mejorar las condiciones económicas de los trabajadores.
El secretario general de UGT también señaló que, en comparación con otros países de la Unión Europea, el salario mínimo en España está entre un 30% y un 60% por debajo de la media europea, lo que agrava la situación de los trabajadores más vulnerables.
En este contexto, el líder sindical insistió en que el salario mínimo debe ser una base que quede exenta de cotización, por lo que es esencial modificar las tablas del IRPF para evitar que los trabajadores que ganen el SMI tengan retenciones fiscales. Estas declaraciones se producen después de que la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, confiara en alcanzar un acuerdo para la subida del SMI, pidiendo a patronal y sindicatos "altura de miras" en este debate crucial.
Peep, en la unión europea, los sindicatos viven de sus afiliados, no de subvenciones.