Visto para sentencia quedó ayer el juicio contra E.J., acusada de un delito de lesiones contra su sobrino por el que el Ministerio Fiscal le pide nueve meses de prisión y una indemnización de 1.299 euros. Los hechos de los que se la acusan tuvieron lugar el 31 de octubre de 2017, cuando E.J. se encontraba en una cafetería del centro comercial junto a su madre, su hermana y la hija de esta última, momento en el que vieron a su sobrino y se dirigieron a hablar con él, a pesar de la casi nula relación existente entre el joven y la familia, según lo manifestado por ambas partes durante la celebración del juicio oral.
El joven manifestó que se negó a hablar con su madre, motivo por el que fue increpado por su tía, tras lo cual le propinó varios puñetazos y patadas que le ocasionaron una rotura de muñeca. Por su parte, la acusada declaró que solo se acercó a hablar con su sobrino y que él mismo se golpeó contra un muro para, seguidamente, llamar a la Policía.
Los testigos citados no apoyaron las versiones de ninguna de las partes, bien porque no presenciaron los hechos en su totalidad o debido a que no recordaban con exactitud lo ocurrido.
Las conclusiones de la Defensa se centraron en asegurar que las pruebas practicadas no corroboraban la versión del denunciante, además de incidir en que la lesión de muñeca denunciada no se produce por un impacto, sino por una caída, siendo una dolencia habitual entre los deportistas.