El Juzgado Central de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional ha acordado la prórroga del secreto de las actuaciones seguidas para esclarecer la trama de tráfico de hachís entre Ceuta y Marruecos que se nutría de un narcotúnel para introducir droga.
Se mantendrá dicho secreto por un mes más, hasta el próximo 26 de abril, tal y como se recoge en un auto dictado por el magistrado sustituto, Santiago Pedraz, al que ha tenido acceso El Faro.
La Operación Hades, realizada por Asuntos Internos de la Guardia Civil mantiene bajo investigación los delitos de tráfico de drogas a través de organización criminal y cohecho.
No está cerrada. De hecho, la última fase pasó por el descubrimiento de ese narcotúnel.
¿A qué se debe esta decisión?
La medida de prorrogar el secreto se basa en que se “continúan practicando determinadas investigaciones para el adecuado esclarecimiento de los hechos y de las personas que en ellos hayan podido participar”, se explica en dicho auto.
“Esto exige que las actuaciones deban permanecer secretas, en aras a asegurar la instrucción, en tanto se practiquen determinadas actuaciones de las que se dará oportuno traslado a todas las partes, en el momento en que sea posible, sin que en el actual resulte posible plasmar una mayor fundamentación sobre su contenido, pues ello revelaría datos de la investigación que podrían poner en peligro el resultado de la propia investigación sumarial”, advierte el magistrado Pedraz.
La Operación Hades tuvo su fase estelar con el descubrimiento del narcotúnel con enlaces en Ceuta y Marruecos, hallándose uno de los extremos en una de las naves del Tarajal que funcionaba como marmolería.
Durante semanas, la Policía y Gendarmería de Marruecos han estado trabajando en el entorno del Arroyo de las Bombas haciendo perforaciones sobre este narcotúnel y focalizando la zona por la que discurre.
Las investigaciones y los guardias civiles
Tal y como se recoge en el auto de la Audiencia Nacional, en este procedimiento se viene investigando la existencia de organizaciones criminales dedicadas al tráfico de hachís, mediante la introducción de droga desde Ceuta hacia la Península a través de los puertos de nuestra ciudad y de Algeciras.
Droga que luego era distribuida por todo el territorio nacional y que había entrado antes a Ceuta a través de ese narcotúnel.
Por el Ministerio Fiscal se interpuso querella contra una serie de investigados, por entender que concurrían suficientes indicios de la comisión de delitos de tráfico de drogas a través de organización criminal y cohecho, tras tener conocimiento a través de un oficio oficial procedente del Servicio de Asuntos Internos (SAI) de la Guardia Civil, en el que se daba cuenta de una serie de indicios suficientes que evidenciaban la existencia de esa organización criminal.
En ese oficio, Asuntos Internos apuntó a la existencia de un grupo de guardias civiles “que cooperaría activamente con otras organizaciones criminales para favorecer a la introducción y posterior distribución de sustancias estupefacientes en territorio nacional”, reseña el magistrado.
Lo que queda por investigar
Apunta la Audiencia Nacional que “las especiales circunstancias que concurren en este procedimiento aconsejan que las diligencias de instrucción no sean conocidas por las partes, pues su conocimiento podría perjudicar la investigación en curso”.
Quedan pasos por dar. De entrada, que la Unidad de Reconocimiento del Subsuelo de la Guardia Civil regrese a Ceuta para hacer una nueva incursión en el narcotúnel, una vez que la infraestructura no tenga agua en su interior.
En estas semanas ha habido cooperación de Marruecos, trabajos sobre esa galería y actuaciones específicas sobre ese narcotúnel que han sido compartidas con los agentes españoles.
La clave está en que pueda completarse la comunicación entre los extremos del narcotúnel y poder confirmar, además, si tiene solo un orificio en Ceuta -como así sucede-, pero varios en el país vecino.
La Operación Hades de Asuntos Internos explotó a finales de enero y se ha saldado ya con 14 detenidos, entre ellos agentes de la Guardia Civil, el político y funcionario de prisiones Mohamed Alí Duas, transportistas y señalados como enlaces de la captación y transporte de la droga.