A Mª Ángeles Lozano sus compañeros del juzgado la recordaron como una “excelente compañera y mejor persona”. Era un 15 de marzo de 2022, cuando a las puertas del Palacio de Justicia de Ceuta, cinco minutos de silencio sirvieron para mostrar la repulsa por su asesinato.
Hoy, 3 años después, un Tribunal de Jurado determinará si quien era su pareja, el policía local Alonso Miguel G.D., es culpable de ese crimen. Así lo cree la Fiscalía que pide hasta 34 años de prisión para el agente, también la Acusación Particular, que eleva esa pena a 40.
Su Defensa, en cambio, mantiene todo lo contrario y solicita su absolución.
Radiografía de lo que pudo suceder
Tras la selección ayer de los miembros del Jurado, esta mañana han comenzado las sesiones de juicio oral que se extenderán hasta el viernes con declaraciones de testigos, familiares de la asesinada, peritos y forenses, entre otros.
Se trata de hacer una radiografía lo más aproximada posible de lo que sucedió aquel 14 de marzo en la vivienda ubicada en la calle Arquitecto Jaime Antón Pacheco, de Parques de Ceuta.
Los representantes de la Fiscalía, Acusación Particular y Defensa han trasladado previamente a los miembros del Jurado sus posturas en torno al suceso, lo que ellos van a mantener durante estas sesiones, la versión que, consideran, es la adecuada a lo que sucedió tras las puertas de aquella casa que dieron pie a otro caso de violencia machista en Ceuta.
La Defensa ha pedido sin éxito la suspensión del juicio antes de las iniciales exposiciones.
Fiscalía: “Nosotros somos imparciales”
En el turno de intervenciones previo, la representante del Ministerio Público ha sostenido que el acusado es culpable de asesinato, lesiones en el ámbito familiar, lesiones, delito contra la integridad moral y un último de maltrato habitual.
Mantiene que el policía local disparó a quien era su pareja, quien no pudo defenderse tras recibir el impacto de esa bala de forma inesperada.
Desde el principio de la instrucción, la representante del Ministerio Público no tiene duda alguna sobre la implicación del acusado en los hechos y así se lo ha trasladado a los miembros componentes del Jurado.
La Fiscalía ha recordado al Jurado que se está ante un procedimiento judicial de los más graves puesto que se terminó con la vida de una persona.
“Nosotros somos independientes e imparciales. Ustedes son los jueces y tienen que decidir si es culpable o no. Deben valorar las pruebas”.
Fiscalía ha recordado que se podrán escuchar testigos, informes de especialistas y cuantiosas declaraciones. El Ministerio Público tiene claro que el acusado la mató y que luego, meses después, quiso sembrar dudas con otra versión implicando a su hija. “Busca hacerle culpable, pero no tienen credibilidad”, ha advertido.
Fiscalía ha lamentado que en todo este procedimiento por parte de la Defensa se han pedido pruebas “absurdas” como incluso hacer una reconstrucción que era inviable.
Para la Fiscalía si el acusado asesinó a su mujer fue por un motivo, ya que se está ante un caso de violencia de género aunque nunca se hubiera denunciado. “Las víctimas callan y ella calló hasta que la mataron”.
“Llevo 14 años” con casos de violencia de género “y he visto víctimas de todo tipo y siempre declaran tarde, cuando es contra ellas callan, aguantan, ponen fin cuando tocan a sus hijos”.
“El acusado no puede echar la culpa a su mujer porque está muerta y por eso se la echa a su hija”, ha lamentado en una exposición destacada que ha tocado la sensibilidad de los presentes.
Acusación Particular: “Mató a su mujer y a su hija en vida”
El abogado de la Acusación Particular, Javier Cabillas, solicita hasta 40 años de prisión para el acusado. Él defiende los intereses de la familia de la víctima, de Mª Ángeles, que dejó dos hijos.
Considera al policía local culpable de asesinato, pero también de un delito de lesiones y otro de malos tratos habituales.
Ha expuesto que la familia quiere justicia y ha señalado la culpabilidad del acusado que “no solo mató a su mujer sino que también ha matado a su hija en vida porque tuvo que ver la muerte de su madre”.
“No pudo defenderse”, ha recordado en alusión a la víctima. Ha recordado que nada más llegar la Policía al hogar, el acusado dijo: ¿la he matado?, por lo que se habría producido un “reconocimiento espontáneo”.
La fallecida quería divorciarse y era víctima de una pareja con “mentalidad machista” que no pudo soportar esa decisión “y optó por el conmigo o con nadie”.
“Tenía sometida a su familia en un clima de control. Su vida la tenía entregada al acusado, no tenía vida propia, le ponía pegas con todo, con la ropa, amistades…”.
Para Cabillas, la Defensa ha utilizado una línea “espeluznante”, pero “los calificativos se los dejo a ustedes”. “Es insostenible”, la prueba existente es “apabullante”.
Defensa: “Hay algo oculto que no se quiere mostrar”
La abogada Inmaculada Guil defiende al agente de la Policía Local. Ella es quien ejerce la Defensa y quien mantiene que su patrocinado no es culpable de ese crimen.
Cuestiona además el papel de la Ciudad Autónoma por cuanto no hay constancia de que hubiera realizado revisiones previas al policía al objeto de conocer su estado psicológico para, entre otros fines, haber ordenado la retirada del arma reglamentaria de haber existido riesgo.
Cuando se produjo el asesinato, el agente había abandonado su puesto de servicio en el mercado de San José para acudir a su vivienda vestido con el uniforme del trabajo y armado.
Mantiene que, además de existir una atenuante de dilaciones indebidas, también se debe tener en cuenta, en el caso de que fuera condenado, la existencia de una eximente completa de alteración psíquica.
“Estudien todas las pruebas”, ha advertido al Jurado. “Yo conocí a la víctima, era atenta y cumplidora. Pero también he conocido a él y lo veo como un ser humano que tiene derecho a la defensa y lo voy a cumplir”.
“Hay algo oculto que no se quiere mostrar”, ha indicado. “Voy a sacar a la luz lo que ocurrió”.
“No me voy a inventar nada, pero voy a demostrar esa verdad” que no ha salido, ha recalcado Guil, insistiendo en que en su ánimo no está culpar a la hija de la pareja, pero sí mostrar otro lado del que no se ha hablado.
Mantiene que el disparo fue producto de un forcejeo entre padre e hija y que se efectuó desde el suelo. Una bala impactó en la fallecida y otra en la nevera. Mantiene que un disparo fue accidental y otro involuntario.
Ha puesto en evidencia que su cliente era policía con arma a pesar de tener dos trastornos diagnosticados, resaltando que el día de los hechos sufría un brote diagnosticado diez días antes.
Para la Defensa no hay móvil relacionado con la violencia de género sino que fue algo “trivial” tras un forcejeo.
Ha denunciado que se les han puesto trabas a la hora de pedir pruebas, indicando que se está ante un asunto “no de violencia de género sino de salud mental”.
También ha denunciado que la bala que causó la muerte está desaparecida y “se han borrado huellas” del arma.
Ciudad Autónoma
En la vista está presente el abogado de la Ciudad Autónoma por el hecho de que se pide responsabilidad civil.
No hay nada más injusto, que la justicia ⚖️.
Repugnante defender mediante triquiñuelas, demoras y resquicios legales a criminales que saben que son criminales.