Gaza y Ucrania se han colado en las XIV Jornadas Jurídicas de Ceuta. La violencia que atraviesan ambos lugares ha estado en boca de la ministra de Defensa Margarita Robles, que ha tomado parte en el cartel de este año.
Llena de agradecimiento, ha arrancado su intervención con comentarios positivos hacia la ciudad, sus magistrados y los militares que componen las unidades locales. Lo que en inicio se había presentado como una ponencia se ha convertido en un discurso.
Sin entrar en detalles en el ámbito del Ejército, se ha ceñido a ensalzar su labor y a agradecer su disposición para “poner en riesgo su vida” con el objetivo final de proteger y salvaguardar la de la ciudadanía.
La paz como prioridad
Robles ha apelado a la búsqueda de la justicia y de la resolución de conflictos a través del derecho, “un arma invencible”.
Ha hecho alusión tanto la legislación española o a la constitución como a la carta de las Naciones Unidas o la normativa internacional como medios para poner fin a los momentos revulsivos que experimentan el pueblo ucraniano y el palestino. Ha matizado que este instrumento es, a su juicio, de vital importancia ya que permite “regular la convivencia”.
La máxima dirigente de la cartera ha hecho hincapié en que no se trata “de una guerra”. Ha basado su argumento en el concepto de la “proporcionalidad” y ha alegado que la misma no existe cuando se trata de “bombardear a niños y a personas inocentes”, ha destacado.
“Los que creemos en la tolerancia estamos este viernes aquí en estas jornadas que representan la justifica, constitución, derechos humanos y a los hombres y mujeres en las fuerzas armadas que entregan su vida”, ha remarcado.
“Este es un mundo complicado y difícil. Todos saben lo que pasa en Ucrania y Gaza. La prioridad es la paz”, ha proseguido. “No se puede permitir que Putin o Netanyahu lleven a personas a esta situación. Frente a ellos tenemos a los jueces”, ha insistido.
Ceuta como ejemplo
Robles en contraposición con este panorama lejano, ha posicionado a Ceuta como un ejemplo de lo contrario. Es más, ha transmitido que visitar la ciudad le produce cierto alivio. “Cuando vengo y veo la tolerancia que hay me hace sentir orgullosa de los seres humanos”, ha manifestado.
La ha definido como “un crisol” en el que destaca la convivencia entre las diferentes culturas. “Es tan profundamente española que me siento como en casa”, ha comentado.
Ha hecho alusión al ascenso de la AD Ceuta y, tras ello, ha trasladado de nuevo que se siente “una ceutí más”. Ha enfatizado que “no se puede estar en mejor lugar que en esta españolísima ciudad”.
Ha pasado revista por momentos que, según ha remarcado, se han quedado grabados en su memoria. Ha relatado cómo rememora esa procesión del Cristo de la Buena Muerte a manos de miembros del Ejército, el canto de los legionarios y el detalle de cómo “un musulmán” lo llevaba también a hombros “en pleno Ramadán”.
Tolerancia y Ejército
La pincelada le ha servido para volver a poner en el foco el carácter de “tolerancia” con la que percibe a Ceuta. No solo la ha descrito a través de este rasgo. El “cariño” que los vecinos profesan a las fuerzas armadas también ha sido parte del discurso.
“Estas son un ejemplo en el mundo en cuanto a valores, de profesionalidad y compromiso”, ha incidido. “La ciudad no se puede entender sin ellas y tampoco ellas sin esta”, ha enfatizado. Sus palabras también han estado dirigidas a los heridos o caídos en batalla, así como a los que han estado de misión en Afganistán, Somalia o Libia.
El cabo Palacios ha salido a relucir en esta ocasión. “Dio su vida”, ha recalcado. Ha insistido en que los soldados siempre están dispuestos a servir al país cada vez que se requiere. Ha recordado lo ocurrido en Valencia y cómo ellos estuvieron presentes en la zona cero de las inundaciones. “Ellos estaban ahí en el mismo momento en el que caía la tromba. Se pusieron en riesgo para salvar a los demás”, ha asegurado.
Y de Valencia no dice nada? ,vaya gente