El magistrado titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Ceuta ha condenado a 33 meses de prisión y sin posible suspensión al llamado Y.H.M. por delitos de quebrantamiento continuado, acoso y amenazas, todo ello encuadrado en la violencia de género.
El ahora condenado tiene antecedentes computables a efectos de reincidencia ya que fue condenado por sentencia firme en 2023 por maltrato habitual a quien era su pareja.
Los hechos por los que ha resultado condenado se remontan a enero de 2024, aunque fueron denunciados meses después. El llamado Y.H.M. era plenamente consciente de que no podía aproximarse a su expareja ni tampoco comunicarse con ella.
Acoso constante por redes, mensajes y en persona
A pesar de ello, diariamente controlaba sus entradas y salidas, cuando la veía por la calle se acercaba a ella, le enviaba mensajes por WhatsApp y otras redes sociales además de llamarla.
Hubo ocasiones en las que queda constatado que se presentó en su vivienda. Además, en pleno centro de la ciudad, en junio del pasado año, el acusado persiguió a la fémina cuando se encontraba con su actual pareja paseando y se presentó, después, en su lugar de trabajo.
Amenazas con un vídeo
Consta además que, antes de finalizar la relación que mantenían, sin que ella lo supiera, la grabó mientras mantenían relaciones y con ánimo de crearle temor, le envió, después, esa grabación para que supiera que obraba en su poder.
Le amenazó con que si le denunciaba por poseer dicho vídeo podía mandarle a alguien para que le hiciera daño.
Toda esta cadena de hechos causó en la denunciante un trastorno agudo de estrés, requiriendo tratamiento médico.
En prisión y ahora condenado
El ahora condenado fue conducido desde prisión, en donde se encuentra desde julio del pasado año.
Ha sido sentenciado por quebrantamiento continuado a 9 meses de prisión; por delito de acoso, a otros 6 meses y 3 años alejamiento; por amenazas, a 9 meses de prisión y 3 años de alejamiento; y por otro delito de amenazas, a 9 meses de cárcel y 3 años de alejamiento.
El total de la pena privativa de libertad suma 33 meses de prisión, sin suspensión.