El Ministerio del Interior ha vuelto a jugar al escondite con Ceuta. Un juego en el que oculta la estadística real de la presión migratoria, que no es otra que los intentos de entrada que se suceden a diario en el mar. En solo una noche se han superado los 300, protagonizados por mujeres, niños y adultos. También personas con discapacidad.
Pero esa presión que desborda a la Guardia Civil y que derivó en un fin de semana crítico coincidente con la celebración de los actos de la Virgen del Pilar, Patrona del Instituto Armado, no aparece en ningún informe oficial difundido a la prensa.
Se escribe pronto, pero hay que vivirlo. O, al menos, imaginarlo. Pensar en cómo una sola unidad del Servicio Marítimo tiene que atender a cientos de personas en el mar, cómo el equipo búhos debe saber orientarla y las patrullas, en tierra, alcanzar a los que consiguen llegar a los arenales.
La cartera del ministro Fernando Grande-Marlaska evita aludir a esas pretendidas entradas, difundiendo únicamente las estadísticas de los que llegan porque han sido registrados de manera oficial por Policía Nacional. Los que huyen porque prefieren ocultarse en casas y no ir al CETI nunca se cuentan.
Las estadísticas oficiales que ofrece Interior
Por vía marítima han llegado 4 personas en todo el año a bordo de 2 embarcaciones. Lo que supone una bajada del 82,6% respecto al mismo periodo de 2024, cuando llegaron 23.
Pero la cifra importante está en lo que se etiqueta como vía terrestre, que comprende valla y espigones. A Ceuta han llegado en todo el año 2.890, es decir 728 personas más que el periodo de 2024 cuando llegaron 2.162. En tanto por ciento es 33,7% más.
En los últimos quince días, es decir, la mitad de este mes de octubre, han entrado 246 inmigrantes.

Qué pasa en Melilla, Canarias y Baleares
En Melilla, la situación es completamente distinta, ya que a la ciudad hermana han llegado 260 personas en todo el año, 189 más que en el periodo pasado que fueron 71.
Ofrece la cara completamente distinta a la realidad que se vive en nuestra ciudad, a pesar de tener o de compartir los mismos condicionantes geográficos.
La presión baja en Canarias, a donde han llegado 13.491 personas, un 59% menos ya que en el mismo periodo de 2024 fueron 32.878.
Baleares, junto con Ceuta, lidera la presión migratoria. A las islas han llegado 6.104 personas en todo el año, aumenta en 2.623 personas, un 75,4% más.
Fallecidos en todo el año, un 2025 de récord
La parte más crítica de todo esto la representan quienes mueren en el mar. En lo que va de año, 39 personas han fallecido en intentos de cruce a nado. Solo algunos han podido ser identificados.
Esta semana, los agentes de la Guardia Civil han recogido 3 cuerpos sin vida en el mar. En el menos dos de los casos llevaban bastante tiempo en el agua, por lo que resulta imposible una identificación visual.
El cementerio de Sidi Embarek se ha convertido en una especie de fosa para todos ellos, allí terminan enterrados y no identificados los que llegan a terminar con su vida en una ciudad que les iba a servir de trampolín para cruzar.
El Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil, adscrito a la Policía Judicial, intenta identificar a las personas localizadas sin vida. De no lograrlo, se toman muestras de ADN y huellas por si en un futuro se sabe quiénes son. Es importante presentar denuncia de los desaparecidos, al margen de su publicación en los medios de comunicación, al objeto de dejar constancia oficial de ello.






