Lleva escritas cinco cartas dirigidas a la misma persona: Mohamed VI, rey de Marruecos. Con un peso inferior a 50 kilos tras 36 días en huelga de hambre, César, preso español en una cárcel de Tetuán, ha escrito varias misivas con el ánimo de que el rey atienda su petición de libertad, por eso de que “en Ramadán”, dicen, puede haber mayor condescendencia. Pero esas cartas nunca llegan porque no salen de la penitenciaría y este joven solo pide que las canalicen para que, con la confianza de que lleguen a Palacio, se conozca su historia al más alto nivel y logre así la carta de libertad.
Tras cumplir dos años de condena por entrada en Marruecos a bordo de una embarcación, le quedan meses para complementar el tiempo extra impuesto para subsanar la millonaria multa que le aplicaron. Su queja y lucha siempre han estado encaminadas a demostrar la injusticia cebada en su caso particular, ya que otros presos -tanto españoles como marroquíes- fueron liberados sin hacer esos pagos.
La dirección de la cárcel mantiene que se consiguió una rebaja importante de la multa inicial de Aduanas cifrada en 1,8 millones, pero la familia de César insiste en que no puede abonarla, además de protestar por la nula colaboración de entidades no solo para ayudarle en su salida carcelaria sino a la hora de facilitar, por ejemplo, que su novia marroquí, con la que no ha podido casarse a pesar de intentarlo, pueda visitarle. Dispone de dos llamadas telefónicas por semana para contactar con sus familias, sin lograr provecho alguno más allá de ir tachando jornadas de presidio.
La historia de este joven español comienza cuando, preso en Tetuán, se le impone una pena de cárcel tras ser detenido en una embarcación con dos personas. No se le encontraron sustancias ilegales, pero se le condenó por entrada sin permiso en el país. Sus compañeros de travesía ya fueron liberados, suspendiendo la multa que, en el caso de César, permanece.
Su tío ha intentado por todos los medios conseguir citas consulares o medios para lograr la liberación del joven, padre de una niña. Ahora solo aspira a que abandone la huelga de hambre para no ponerse en riesgo. Las cartas escritas desde prisión recogen su historia pero no consiguen llegar a Palacio.
No esté hombre...a quien se le ocurre ir a delinquir a Marruecos. Si tengo que delinquir, lo hago en España que salgo hasta con subsidio de desempleo.
Y aqui entran 12000 de manera ilegal y no les falta de nada... Y hasta los envian a la peninsula... Ironias de la vida.
Que tiene que ver una cosa con la otra, cateto !
Si un español entra ilegalmente en Marruecos se come dos años de carcel, si un marroqui entra ilegalmente en España le damos asilo, paguita y casa, que buenos y que progres somoss!!
Un comentario cargado de demagogia y falta de coherencia, puesto que si hubiera pasado en EE.UU. seguiríamos manteniendo la misma premisa que Vd ha planteado, en ambos casos.
La única forma de satisfacer sus necesidades de justicia y equidad en el sistema penal español, es que nuestro sistema garantista deje de serlo, en aplicación de otros modelos penales más restrictivos en derechos (China, EE.UU, Israel, Arabia Saudita,...), todos con fuertes vínculos económicos con nuestro país.
Deje de usar a los moros como yo para justificar su ignorancia, porque no hay peor racista que un ignorante racista😉.
Eso de ignorante racista va por ti y los tuyos
ESO NO ES VERDAD LO QUE TU ESTAS DICIENDO
informese antes de hablar, inculto !