Hasta 17 años y medio de cárcel pide el Ministerio Fiscal para los dos varones detenidos, en septiembre de 2019, a bordo de una semirrígida cargada con 54 inmigrantes, en el que fue uno de los casos más mediáticos en Ceuta. Embarcación que por sus dimensiones y actividad fue bautizada como ‘el bicho’. Con 14 metros de eslora y dotada con 3 motores de 350 caballos cada uno, su decomiso se había convertido en una auténtica obsesión para la Guardia Civil.
La mañana del 25 de septiembre, el Instituto Armado detuvo a 3 personas, pero respecto de una de ellas -la única de origen marroquí- se archivó la causa. Los dos ceutíes, llamados M.A.H. y J.M.A., se sientan ahora en el banquillo de los acusados, ante el tribunal de la Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta, por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros (por el que se pide 8 años de prisión), otro de atentado con uso de instrumento peligroso (4 años y medio) y un tercero de contrabando (5 años) además de 418.800 euros de multa, tal y como se recoge en la calificación inicial del Ministerio Público que puede sufrir variaciones al final de esta vista judicial, cuya primera sesión se celebró este miércoles y queda una segunda en la que se podrán escuchar las versiones de los dos acusados.
En la jornada de ayer declararon varios guardias civiles que tuvieron distinta participación en una jornada en la que se abortó el intento de salida a la Península de más de medio centenar de marroquíes. Les esperaba en Alfau ‘el bicho’, pero no se pudo emprender rumbo dado que desde la madrugada la Benemérita ya estaba en alerta al recibir el aviso de uno de los operadores de las cámaras térmicas de la concentración de un elevado número de inmigrantes en ese entorno y la presencia de una semirrígida. A las siete de la mañana, esa goma que durante tiempo había perseguido la Guardia Civil -muy llamativa por sus grandes dimensiones y la velocidad que podía alcanzar- intentó entrar en la zona pero se retiró, supuestamente porque detectó la presencia de patrullas y optó por la retirada. Media hora después optó por acercarse a las escolleras de Alfau, a donde acudieron a toda velocidad decenas de marroquíes para subirse y escapar.
El Servicio Marítimo fue activado de inmediato, acudiendo hasta el lugar y visualizando al ‘bicho’, que carecía de luces y que estaba “algo separado de las rocas”. Tal y como manifestaron hasta dos componentes del Servicio Marítimo que estuvieron a bordo de la patrullera esa madrugada, los ocupantes de la semirrígida -entre 2 ó 4 personas- podían haber elegido la escapada como opción pero, lejos de eso, quien estaba al mando optó por enfrentarse al Instituto Armado. “Podía haber sido una carnicería”, narró uno de los agentes, al recordar cómo la goma “se vino a por nosotros” lo que obligó a que el patrón tuviera que hacer maniobras rápidas para evitar abordarlo de frente. “Fue el patrón nuestro quien evitó la tragedia”, apuntó.
“Pudo tener más opciones que ir a por nosotros, pero fueron directamente”
‘El bicho’ impactó con la patrullera, sufriendo ambas embarcaciones daños que fueron analizados por un perito. La de la Guardia Civil registró daños “superficiales” producidos por “un impacto” aunque pudo seguir navegando. La semirrígida tuvo que ser remolcada a puerto deportivo con un motor ya caído. El perito no pudo concretar si en el momento del choque funcionaban los tres motores.
En esa narración de lo sucedido aquella madrugada, los guardias civiles del Servicio Marítimo explicaron que la situación de peligro la provocaron los ocupantes de esta semirrígida, ya que “se echaron encima” de la Guardia Civil. “Me cuesta creer que buscaron esa colisión”, reseñó un agente, pero fue “la opción” que decidieron elegir, con las consecuencias que aquello pudo haber tenido.
El patrón de la patrullera oficial refrendó ese relato del compañero, defendiendo la labor que se tuvo que llevar a cabo para evitar lo que hubiera sido una “catástrofe”, ya que se tuvo que reaccionar de manera rápida para evitar la colisión frontal. “Pudo tener más opciones que ir a por nosotros, pudo ir a otro lado, pero fueron directamente hacia nosotros”, especificó. Esa elección pudo tener como explicación la pretensión buscada de que la Benemérita se apartara, pero lejos de eso lo que se hizo por parte del Instituto Armado fue reaccionar rápidamente para, evitando el choque frontal, bloquear al ‘bicho’.
Los guardias civiles describieron a uno de los ocupantes de la goma como una persona muy alta, de gran envergadura, igual que la que presenta uno de los acusados. Desde la patrullera se fue informando al personal de patrullas activado en tierra por dónde se estaban intentando ocultar los ocupantes de la embarcación, metiéndose en las cuevas de las escolleras. Así fueron localizados y así los recordaron agentes de patrullas que prestaron declaración.
"Los guardias civiles que intervinieron en la intervención en el mar dejaron claro que se pudo haber producido una auténtica tragedia”
Esa mañana se tuvieron que movilizar todas las unidades posibles dada la cantidad de inmigrantes que intentaba escapar, viviéndose además momentos muy tensos porque había que comprobar si alguno había caído al agua, además de buscar a los implicados en el delito.
De los más de 50 inmigrantes localizados, la gran mayoría no portaba pasaporte y había, al menos, dos menores de edad. Las defensas de ambos acusados solicitaron que esos inmigrantes fueran localizados para escuchar sus declaraciones. Algo imposible porque la práctica totalidad fue devuelta. Lo que sí ha conseguido la Audiencia es localizar a dos menores que prestarán declaración a través de videoconferencia en la próxima sesión oral.
También en esa cita se intentará arrojar luz sobre el incidente ocurrido ayer con los guardias civiles que prestaron declaración como testigos, después de que dos familiares de los acusados trasladaran a sus defensas que estos habrían desobedecido la advertencia del tribunal de no hablar entre ellos cada vez que salen de su turno de declaración, evitando así la contaminación de las distintas manifestaciones. Los familiares fueron llamados a declarar ante el tribunal y pusieron de manifiesto que habían visto a los guardias civiles hablar entre ellos -los que salían de declarar y los que debían entrar-.
La Sala ha solicitado visionar las cámaras de vigilancia existentes en los pasillos por si pueden aportar alguna visualización de esos contactos. Ya, a preguntas del tribunal, algunos agentes indicaron que habían hablado entre ellos pero “interactuando”, comentando asuntos de todo tipo, sin avanzarse detalles de lo declarado en sala por unos a otros. Este extremo tendrá que ser valorado con posterioridad.
Como si interactuar entre los guardias al salir uno y entrar otro cambiara lo que hicieron los detenidos y que se les pilló con las manos en la masa… Desde 2019 han podido hablar mil veces, no creo que eso cambie nada, el que defienda traficar con vidas humanas no es persona.
La guardia civil no sufrio su embarcacion y la otra un motor caido no soy perito. Pero no ay que ser un lince pa saber quien colisiona con quien. Guardias interactuando de todo tipo a partir de las 3 seguro que no quedan para comer e interactuar sobre todo tipo. Haber que quede claro para los siguientes comentaristas no esty a favor es mas condeno lo sucedido pero la sinceridad deberia imperar y mas en nuestros cuerpos de fuerza y seguridad x favor.
Sinceridad por parte de quien?.Tus faltas de ortografia me hacen dudar de tu identidad
Lo siento por la Guardia civil y el esfuerzo de sus agentes. Pasado mañana estarán en la calle, con nuevas gomas y a quí no ha pasado nada. Mientras la Ley no endurezca las penas, los malvados, sinvergüenzas se aprevecharan del sistema democrático y las personas de orden a sufrir y a temer.