El cementerio de Sidi Embarek de Ceuta ya ha pasado por alguna que otra ampliación. La necesidad de espacio se ha hecho patente en más de una ocasión. La última vez que se actuó sobre este espacio se encontraron tres artefactos que pusieron en jaque las obras.
La necesidad de contar con un mayor espacio al camposanto musulmán llevó a la Ciudad a decretar una medida de emergencia. Alejandro Ramírez, consejero de Fomento, ha trasladado este martes que dan un margen de hasta dos años para tratar de buscar nuevas áreas para enterramientos.
De hecho, este es el tiempo con el que cuentan para tratar de proceder a abrir un expediente y buscar una solución a los proyectiles encontrados. Ha explicado que el paso que dio el Ejecutivo local fue “la respuesta más rápida y aconsejable” y que “garantiza que haya un número de tumbas suficientes sin ningún tipo de problemas”.
Entierros asegurados
El consejero ha asegurado que esta acción de urgencia permite que se pueda continuar con la celebración de los ritos funerarios en un futuro próximo. Ha recalcado que está en camino la ejecución de la primera actuación, una intervención que se vio truncada por la aparición de los artefactos. Se requiere de una serie de pautas específicas para despejar el cementerio de la forma más segura posible.
“Esos nuevos espacios que se crearon ya se están entregando con el incremento de tumbas que ello supone”, ha manifestado. “Eso concede la garantía de hasta dos años. El Gobierno local intentará tramitar un expediente”, ha mencionado. Este tratará de vislumbrar un remedio para el área a emplear que actualmente no puede utilizarse a causa del hallazgo. “Este va a ser bastante importante y de envergadura tanto a nivel económico como de gestión”.
“Todo ello lleva un proceso añadido de búsqueda de empresas especializadas que puedan efectuar trabajos como la detección de los artefactos o la descontaminación del terreno. Eso incrementa el presupuesto”, ha detallado Ramírez.
Hasta cinco años
La zona que ha quedado momentáneamente inhabilitada facilitará cinco años de uso para entierros, según las estimaciones de la Ciudad. “La intención del Gobierno local es disponer de un año y medio o dos en los que no habrá ningún tipo de problema de espacio y en el que habrá tumbas suficientes”, ha concretado.
Al mismo tiempo que se solventa el problema, este plazo servirá para poder desbloquear los inconvenientes surgidos. “Ese periodo servirá para acometer esta segunda actuación, que es mayor y que ya permitiría un área para su utilización por unos cinco años”, ha comentado.
No es la primera traba con la que se encuentra esta última ampliación en el cementerio de Sidi Embarek. Antes del descubrimiento, ya se encontraron con el obstáculo de no encontrar una compañía dispuesta a ejecutar el proyecto.
Complicaciones
“El contrato inicial se licitó y quedó desierto por un incremento en los precios de materiales. Por tanto, el presupuesto fue aumentado y volvió a publicarse la iniciativa. Finalmente, fue adjudicada”, ha puntualizado.
“Más tarde, ocurrió este asunto de los artefactos. Ni si quiera el estudio geotécnico logró detectarlos. Estaban localizados en un lugar a mucha profundidad. Lo que hizo la Ciudad en ese momento fue actuar”, ha incidido.
Agentes de la Policía Nacional adscritos a los TEDAX fueron los que, en noviembre del año pasado, efectuaron la detonación controlada de un proyectil antiguo que había sido encontrado. El tráfico fue interrumpido brevemente para evitar la aproximación de personas al entorno donde iba producirse la explosión. No es la primera vez que se hallan esta clase de vestigios en los alrededores del cementerio musulmán de Sidi Embarek.