Madrid deja el arbitraje tras diecisiete temporadas consecutivas en Segunda División B. Hoy dirige su último partido en Pamplona, su tierra natal
Ramón Arias Madrid dirige hoy el último partido profesional de su dilatada carrera como árbitro. El colegiado navarro, adscrito al colegio ceutí, se ha mantenido durante diecisiete temporadas consecutivas en la Segunda División B del fútbol español. El destino ha querido que cuelgue el silbato en su tierra natal, tras el Osasuna B - Athletic B.
Ramón, tras diecisiete temporadas consecutivas en Segunda B, todo un récord, este fin de semana dices adiós al mundo del arbitraje.
Pues sí. Ya me toca el último partido. Muy contento con mi trayectoria y una etapa más en la vida.
¿Cómo fue la decisión de decantarte por ser árbitro?
Yo jugaba al fútbol en Pamplona, no era malo. Pero un compañero de clase se colegió y me picó. Quise empezar allí pero mis padres me comentaron que nos veníamos a Ceuta a vivir. Cuando llegué aquí en septiembre, me colegió Mariano Díaz Mesa. Muy contento de haberle conocido y hasta sus últimos días siempre ha estado atento a mi. Lo llevo en el corazón y el sábado estoy seguro de que Mariano estará allí conmigo.
Son cada vez más las polémicas arbitrales que hay en los partidos, ¿crees que es justo que el árbitro sea el peor parado tras los noventa minutos?
Creo que somos el paño de lágrimas. Cuando los resultados no acompañan y tenemos la mala suerte de tomar decisiones que no han sido acertadas o el equipo cree que no ha sido la correcta, pues suelen surgir este tipo de polémicas. Eso va en el uniforme y tenemos que seguir adelante. Igual que evoluciona el fútbol, evoluciona el arbitraje.
Volvamos a tus inicios, allá en 2001, tu primer partido en 2ªB, Algeciras - Jerez de los Caballeros, ¿cómo recuerdas ese momento?
Después de tantos partidos, con muchas ganas, mucha ilusión. Fue un partido difícil. Noté el cambio y los jugadores notas que eres un pardilllo. Ahora los jugadores ven las canas y te lo hacen más fácil. Pero aquel partido, a pesar de ser complicado, lo sacamos adelante. El escalón se notó.
210 partidos en 2ªB, 1.168 amarillas y 94 rojas. Te retiras en tu tierra natal.
La verdad es que sí. Me voy a retirar en una tierra donde di mis primeros pasos. Va a ser un partido especial, pero me voy a concentrar para que lo hagamos lo mejor posible.
También te hemos podido ver actuar de cuarto árbitro en Primera División junto a estrellas como Zidane, Valverde, Luis Enrique, Xavi Hernández, Sergio Ramos... ¿Qué se siente al estar rodeado de tantas estrellas?
Yo considero a todos por igual. Y siempre trato a todos los jugadores de cualquier categoría con el mismo respeto. No dejan de ser personas que, aunque son importantes, los considero igual que a todos. Y yo me centro en mi trabajo, con mucha naturalidad. Me hace más ilusión cuando la gente se alegra de que he estado cerca de estas estrellas y me preguntan.
Me gusta que reconozcan a un vecino de Ceuta que ha estado en los mejores campos de España: Santiago Bernabeu, Wanda Metropolitano, Camp Nou, San Mamés... Eso es espectacular. Es hermoso, pero muy exigente. Llegar a Segunda B ya es muy bonito. Animo a los jóvenes que les atraiga este mundo, que se colegien.
No es tarea fácil mantener la categoría durante tanto tiempo, pero ¿te quedas con el mal sabor de boca de no haber logrado el ascenso?
Claro que sí. Es uno de los objetivos que tiene uno. Para subir tienes que ser muy joven. Cuando estás en partidos de Segunda A, sientes envidia, pero bueno, me voy muy orgulloso porque he intentado dar las máximas brazadas posibles y he tomado cada bocanada de aire que he podido.
Semana tras semana vemos como chicos de fútbol base son sancionados por insultar o incluso agredir a árbitros. ¿Tomarías alguna medida para erradicar esta lacra?
Debemos poner todos de nuestra parte. Desde los medios de comunicación hasta padres, profesores, entrenadores. Nos tenemos que poner todos a una y más a nivel de base. Estamos jugando con la inocencia de un niño, que es lo más bonito que puede existir. Es penoso que escuchen cosas tan desagradables en un campo de fútbol.
Mucha suerte en tu nueva etapa y que te sigamos viendo en los terrenos de juego.
Gracias a vosotros. Me voy muy orgulloso de toda la gente a la que he conocido siendo árbitro.