“La creatividad es el papel más importante en la cocina porque te permite transformar”, afirma Marte de manera tajante. Aclara, sin embargo, que “cambiar los nombres de los platos o minimizarlos no te hace creativo”.
Para Marte, quien ha logrado que mucha gente, especialmente en Europa, conozca la esencia y los sabores de la comida dominicana, los platos deben ser llamados por sus nombres, aunque suenen raros.
También juega un papel muy importante la presentación de la comida, dice la chef.
Marte también quiere ayudar a “elevar” la gastronomía dominicana que, a su juicio, tiene mucho potencial, pero también “mucho por crecer y por avanzar”.
En la República Dominicana “tenemos gastronomía, simplemente tenemos que ser un poquito más creativos y transformar”, dice la chef tras ofrecer la conferencia “Elevar la gastronomía, un compromiso de todos”, en la clausura de la plataforma culinaria del evento SDQ Gastronómico, organizado por la Asociación de Hoteles y Turismo de la República Dominicana (Asonahores) y la Asociación Dominicana de Restaurantes (Aderes).
En ese sentido, subraya que la República Dominicana es un destino turístico, y “a un turista hay que darle más porque son muy exigentes, y está bien que exijan porque vienen a un país turístico donde van a gastar dinero, donde quieren pasarlo bien, de donde quieren llevarse buenos recuerdos en todos los sentidos”.
En enero de este año, la chef dominicana decidió cambiar las cocinas del Club Allard, un dos estrellas Michelín en Madrid, por un proyecto impulsado por ese restaurante para formar a jóvenes mujeres sin recursos como cocineras, y a la protección de plantas comestibles autóctonas de su país.
Marte, sin embargo, no se desvinculó del Club Allard, y dedicó el importe del premio innovación Eckart 2017 que ella y la directora del restaurante, Luisa Orlando, recibieron en septiembre de 2017 a apoyar la labor de la Escuela Serranía ubicada en su ciudad natal Jarabacoa, norte de la República Dominicana.
Dicha decisión, explica en la entrevista, la tomó para dedicar más tiempo a su familia, pero también “porque sentía la necesidad de que tenía que hacer algo más y no quedarme cómoda donde estaba, sino aportar algo más a mis raíces, a la sociedad dominicana”.
“Todo empezó a partir del Premio Eckart, que fue el premio que me abrió esa parte de la solidaridad”, apunta.
El proyecto consiste en enviar jóvenes de escasos recursos de la Escuela Serranía a prepararse al Club Allard, en Madrid, donde Marte entró como lavaplatos y ascendió hasta jefa de cocina, revalidando entonces las dos estrellas Michelín del restaurante.
“Son niñas de tan escasos recursos que, al igual que yo, vivían soñando con cruzar el charco, conocer a alguien. Entonces, ¿por qué no darles la oportunidad?”, se pregunta la reconocida chef, que ha recibido galardones como el Premio Nacional de España al Mejor Jefe de Cocina.
Marte destacó el hecho de que estas jóvenes hayan podido viajar a España, un país que, a su juicio, “sigue siendo la cuna de la gastronomía. Donde hay oportunidades para crecer”.
La chef no se detiene y, aparte de este proyecto, tiene varias propuestas para desarrollar en la República Dominicana, aunque, afirma, “todavía no tenemos nada en concreto”.
“Estamos evaluando lo que mejor se adapte a mí y, obviamente, lo que sea mejor para mi carrera”, concluye. z