Era la declaración esperada. Más aún, después de que la amplia mayoría de acusados en este juicio de tráfico de drogas que se sigue en la Audiencia de Ceuta hayan señalado al guardia civil A.L.H. como la pieza fundamental y necesaria para que pudieran embarcar coches cargados con hachís sin ser vetados.
“Ha sido una falsedad, estos señores han engañado a los jueces y a usted”, ha dicho el agente mirando al representante del Ministerio Fiscal y en clara alusión a las manifestaciones de los otros acusados que le incriminaron en esta trama después de reconocer su relación con el tráfico de drogas.
Ese reconocimiento les ha servido a los seis coacusados para conformarse con penas que no exceden los dos años de prisión. El guardia civil, en cambio, no ha reconocido su relación con el tráfico de estupefacientes disponiéndose su declaración ante el tribunal del máximo órgano judicial en la fase final de este juicio, que prevé terminar este miércoles.
El agente ha dicho que conoce a H.Ch. (uno de los hermanos acusados de organizar los pases de droga), pero por sus tiendas de ferretería, ya que en su tiempo libre ajeno al Cuerpo se dedica a montar toldos y cortinas.
El "pescado" de las dos y media, ¿era hachís?
En la vista se han escuchado audios que, a ojos de la Fiscalía, ocultan un lenguaje en clave para referirse a pases de hachís, algo que ha negado el acusado.
“Mañana no comas, llevo un pescado que he hecho al horno, de 14:30 a tres y media. Y una tortilla para cenar”, le dice en una llamada el agente a un guía de perros con el que entraría en servicio el día en el que se produjo uno de los pases de droga.
“¿Se refería a que esa hora iba a pasar un coche con hachís?”, le ha preguntado el fiscal. “No”, ha zanjado el agente, confesándose como un “cocinitas” y situando esa conversación en un mero asunto gastronómico.
Imágenes de las cámaras, ¿es el acusado?
También se han visionado imágenes de las cámaras de la zona portuaria que supuestamente incriminan al agente y que obran en esta investigación.
En una de esas fotografías se aprecia el brazo de un agente con tatuajes. El acusado, ofuscado, ha mostrado sus brazos sin dibujo alguno, negando por tanto que fuera él y dando el nombre de otro guardia civil que físicamente se le parece y que ahora, curiosamente, está preso preventivo por su relación con otro procedimiento de tráfico de drogas, el de la ‘ATAM-Macetero’.
El bulo del guardia comprado
El acusado ha indicado que H.Ch. se inventó un “bulo” para señalarle como facilitador de pases de droga a quienes trabajaban para él. “Se lo ha inventado para engañar al resto de personas”, ha asegurado el agente.
El guardia civil niega conocer a los demás señalados en este procedimiento, de hecho, ha dicho que, a uno de ellos, el llamado H.A., lo vio en la calle tras salir de prisión después de meses entre rejas afeándole que le hubiera implicado en algo con lo que, insiste, nada tiene que ver. Según el agente, H.A. le dijo que le habían instado a señalarle.
La Sala ha acordado un pequeño careo entre el agente y este acusado, quien ha ofrecido otra versión distinta de ese encuentro apuntando que le había amenazado.
“Este señor miente”
El agente ha indicado que J.E.K.M., detenido con 20 kilos de hachís y acusado en este asunto, “miente” cuando le incrimina con los pases de droga.
De los varios embarques que ha llevado a cabo en coche o moto, solo en cinco ocasiones estaba él de servicio.
Niega tener algo que ver con esta trama. De hecho, ¿si una organización criminal le pagara por dejar pasar coches con hachís, esto garantizaría que el pase llegara a buen puerto?
“Imposible”, ha dicho, puesto que en esos controles intervienen más agentes.