Los expedientes de valoración de los casos de Atención Temprana en Ceuta van con retraso, principalmente porque la falta de medios humanos en el equipo que se encarga de diagnosticar esté déficit tanto a personas adultas como a menores.
Es lo que ha respondido el Gobierno en sede parlamentaria a una pregunta sobre por qué a pesar de haberse solicitado hace más de un año la incorporación de un nuevo equipo de valoración para la Atención Temprana en el Centro Base del Imserso en Ceuta aún no se ha procedido a su dotación.
Así, el Ejecutivo ha reconocido que hay situaciones en cuanto a las dotaciones de recursos humanos que aún están sin resolver en la ciudad y afirma que “el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) es consciente de la necesidad de reforzar el equipo de valoración en Ceuta para mejorar la atención tanto a personas adultas como a menores en el marco de la atención temprana”.
Mejora en los sistemas de gestión
Aunque no aporta datos sobre fechas ni cuantifica el número de personas que deben formar parte de este equipo, indica en su contestación que “se están impulsando medidas para dotar de mayores recursos humanos al Centro Base, en coordinación con los procesos de cobertura de plazas y con especial atención a los perfiles especializados necesarios”.
Y mientras llega el resultado de ese trabajo que el Gobierno afirma que se está realizado, también asegura que “se está trabajando en la mejora de los sistemas de gestión y en la colaboración con otras administraciones implicadas en la atención a menores, como el Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes e Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa), con el objetivo de ofrecer una respuesta integral y coordinada a los casos que se presente en Ceuta.
Expedientes que se tramitan de urgencia
Ante esta falta de personal en los equipos de valoración del Imserso, desde el Gobierno de la nación se ha explicado que las solicitudes relacionadas con Atención Temprana se tramitan actualmente por procedimiento de urgencia”, con el fin de agilizar todo el proceso de valoración y diagnóstico.
Y de cara al futuro, también lanza una declaración de intenciones al aseverar que “se mantiene el compromiso de encontrar una solución estructural que permita contar con los medios humanos adecuados para dar cumplimiento a la normativa vigente y asegurar una atención de calidad” a las familias que acudan a este servicio para posibles casos de Atención Temprana.
El Libro Blanco de la Atención Temprana, que se elaboró en el año 2000 por un amplio grupo de expertos, ha constituido un referente para los profesionales encargados de atender este tipo de situaciones. En el texto se define la Atención Temprana como el “conjunto de intervenciones, dirigidas a la población infantil de 0 a 6 años, a la familia y al entorno, que tiene por objetivo dar respuesta lo más pronto posible a las necesidades transitorias o permanentes que presentan los niños con trastornos en su desarrollo o que tienen riesgo de padecerlos”.
Actuaciones según la comunidad autónoma
Estas intervenciones, que deben considerar la globalidad del niño, han de ser planificadas por un equipo de profesionales de orientación interdisciplinar.
La Atención Temprana, cuyo día de celebración en el calendario es el 16 de junio, ha sido reconocida e impulsada en los últimos años en las diferentes comunidades autónomas como una prestación imprescindible.
Así, se ha producido un despliegue de normas, procedimientos y redes de servicios, si bien en la adaptación a las distintas realidades se ha generado una diversidad en los ámbitos, coberturas, criterios, estructuras, procedimientos, objetivos y prioridades con los que se ha diseñado e implementado cada una de las redes autonómicas.
Según los expertos, no siempre resulta fácil reconocer unas señas de identidad básicas y comunes en los distintos estamentos de las administraciones autonómicas y nacionales a la hora de abordar este tipo de casos.