El colegio público Federico García Lorca de Ceuta ha vivido este martes una jornada para el recuerdo con la celebración de un alegre y entusiasta desfile grecorromano protagonizado por su alumnado, desde los más pequeños de Infantil hasta los mayores de sexto de Primaria, incluyendo también al aula TEA (Trastorno del Espectro Autista).
Esta actividad ha puesto el broche de oro al desarrollo del proyecto PIM-e (Proyecto de Innovación Metodológica y e-twinning), que durante todo el curso ha transformado la manera en que los niños y niñas del centro han aprendido y experimentado el aprendizaje.
El desfile
El desfile, que recorrió las inmediaciones del centro escolar ante las miradas de orgullo y emoción de madres y padres, se convirtió en una auténtica fiesta en la que no faltó la música y los cánticos de celebración.
Padres, madres y maestros se volcaron en la organización de una propuesta educativa que ha trascendido las aulas para convertirse en una experiencia comunitaria, según han trasladado desde el equipo docente.
Un recorrido alegre
Desde el colegio y hasta la plaza de Miramar Bajo, con vistas al mar, y de vuelta, griegos y romanos se han hecho con la calzada. Se ha podido ver a Obélix por Ceuta, a los leones del Coliseo, patricios, cientos de coronas de laurel, túnicas blancas, a Poseidón y Atenea, y otras muchas caracterizaciones.
Los niños han trabajado en la elaboración de los disfraces y carteles: colorearon, plastificaron, diseñaron, pero lo más importante es que disfrutaron del proceso.
Gritos de entusiasmo
“¡Se nota, se siente, los leones están presentes!”, gritaban aquellos que se escondían bajo las caretas de león. Cada curso estaba bien diferenciado con un cartel diseñado por ellos mismos para marcar su huella en el desfile.
La barriada que acoge el CEIP García Lorca ha comenzado el martes cargado de energía y con la felicidad que solamente lo niños saben transmitir. El bullicio ha marcado el recorrido en un día que estos pequeños recordarán siempre.
“¡Quinto, Oé!”, alzaban la voz los alumnos de este curso en su retorno, mientras cruzaban la puerta hacia su centro escolar.
La fiesta continúa
Una vez adentrados en el García Lorca se dirigieron al patio del colegio, donde pudieron cantar, bailar y disfrutar en compañía.
Los maestros también han jugado un papel muy importante, haciéndose con las riendas de la fiesta y animando a los pequeños desde el escenario, sobre todo Astérix, Obélix y una romana muy guapa.
Colaboración del AMPA y la comunidad educativa
Según han trasladado Encarnación Serrano, directora del colegio; y Soodia Abdeselam, jefa de estudios; la colaboración del AMPA y de las madres de aula TEA ha sido fundamental para el buen desarrollo de la iniciativa.
Durante el desfile también han estado presentes dos efectivos de la Policía Local, así como los progenitores de los alumnos, que han formado un cordón de seguridad para guiar a sus hijos.
420 alumnos
En total, 420 alumnos han participado en este desfile, pero la fiesta no terminaba aquí. Durante la mañana los chicos serían premiados con un desayuno especial y un baile guiado por la profe en el que todos participan.
Es ya el segundo año que este colegio desarrolla esta iniciativa que solo se lleva a cabo en el García Lorca.
PIM-E
El desfile se enmarca en el desarrollo de los PIM-e (Proyecto de Innovación Metodológica y e-twinning), esta última palabra que puede resultar desconocida para muchos se refiere al hermanamiento entre centros.
En este proyecto innovador se trataban seis temas distintos, entre ellos, el cuerpo humano o la tecnología. De estos, según explicó Serrano, “se ha elegido el que más juego daba”.
La elección de la historia grecorromana ha permitido al alumnado sumergirse de lleno en un aprendizaje divertido. Los alumnos de infantil han representado a Venus y Hércules. Los de segundo eran emperadores y emperatrices. Tercero reflejaba la importancia de las musas y los filósofos; Los guerreros se han apoderado de los alumnos de cuarto. Los de quinto se han vestido de Patricios; y, por último, sexto curso ha representado a Atenea y Poseidón.
Un modelo a seguir
El García Lorca ha demostrado que aprender puede ser también un espectáculo lleno de color, emociones y, sobre todo, participación.
Con este acto simbólico, el colegio cierra un curso escolar marcado por la innovación y abre la puerta a seguir explorando caminos educativos que prioricen la motivación, la implicación y la inclusión de todo el alumnado.