El Sindicato Médico de Ceuta (SMC) expresa su "respaldo y solidaridad" con las familias que han alzado la voz ante la "insostenible situación" que atraviesan los menores ceutíes con problemas de salud mental.
La reciente denuncia de que el centro privado peninsular al que están siendo derivados "no cuenta con psiquiatras especializados en infancia y adolescencia, tal y como se había asegurado, no solo evidencia una grave falta de planificación por parte del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa), sino también una absoluta falta de respeto hacia estas familias, que llevan demasiado tiempo sintiéndose engañadas y desprotegidas".
Desde el SMC se considera "intolerable" que se juegue con los "sentimientos" de unos padres "desesperados" por encontrar ayuda para sus hijos, mientras las autoridades sanitarias "firman convenios sin contrastar" que existan los recursos humanos "adecuados".
"Es inaceptable que, sabiendo que Ceuta no dispone de un solo psiquiatra infantojuvenil, se derive a menores a otros centros fuera de la ciudad para que, una vez allí, tampoco reciban atención especializada. Esta situación no es solo absurda, sino profundamente injusta y dañina", lamenta este sindicato
Además, esta organización sindical denuncia que estos desplazamientos suponen un gasto económico "directo para muchas familias, que deben costear viajes y manutención fuera de su ciudad de residencia".
A esto, el sindicato añade un hecho que considera "especialmente indignante": en algunos centros a los que se deriva a estos menores, a pesar de existir un "supuesto convenio" de atención sanitaria, "se les está pueda cobrar por las consultas".
Para el SMC, es inaceptable que, después del "esfuerzo económico y emocional" que supone salir de Ceuta, estas familias se encuentren con "este trato y con un coste adicional con el que no cuentan".
La paradoja en Ceuta, área de difícil cobertura
A la situación planteada por el sindicato, se suma la paradoja de que, a pesar de que Ceuta está legalmente reconocida como área de difícil cobertura a través del BOE, los responsables de Ingesa siguen "negándose" a aplicar esta herramienta de forma efectiva para atraer y fidelizar a los especialistas que tanto necesita la ciudad. "No utilizar este instrumento cuando está disponible supone una dejación de funciones y una clara falta de voluntad política", añade en un comunicado de prensa.
El sindicato se pregunta quién autorizó este convenio "sin comprobar previamente las condiciones reales" de atención, quién permite derivaciones "sin garantías clínicas mínimas" y por qué se siguen presentando como soluciones "lo que son, en realidad, chapuzas y excusas que solo sirven para prolongar el sufrimiento" de las familias sin obtener una solución "viable y real. No hay derecho a seguir ignorando esta situación mientras se mantiene una imagen de falsa normalidad".
"No se puede improvisar; necesitamos una unidad específica en Ceuta"
Para el SMC, la atención en salud mental infantojuvenil "no se puede improvisar ni dejar al azar, y mucho menos depender de acuerdos simbólicos sin respaldo técnico. Lo que se necesita con urgencia es la creación de una unidad específica en Ceuta, dotada con psiquiatras infantojuveniles, psicólogos clínicos, trabajadores sociales y el equipo multidisciplinar que permita abordar esta problemática de forma integral y asumible".
Los profesionales sanitarios de la ciudad, que continúan ejerciendo su labor con una escasez crónica de recursos y con una presión asistencial creciente, también merecen que se les respalde y que se deje de utilizar la propaganda institucional para tapar la realidad. La gestión sanitaria no puede seguir funcionando a base de titulares y declaraciones vacías mientras se sigue jugando con la salud de los menores.
El Sindicato Médico de Ceuta reitera su compromiso con una sanidad pública que esté a la altura de las necesidades reales de la población. Por ello, se une sin matices al llamamiento de las familias y exige una solución inmediata, estructural y definitiva. Ceuta no puede seguir siendo la gran olvidada, estos niños merecen respeto, no engaños y sus familias merecen respuestas y soluciones que se lleven a cabo, no más sufrimiento.