La magistrada titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Ceuta ha condenado al subsahariano M.A. por un delito de atentado y otro leve de lesiones.
Este es el joven cuya acción terminó copando múltiples titulares en prensa, después de una agresión cometida hace unas semanas en la valla que separa la ciudad autónoma de Marruecos.
El joven ha aceptado una pena de 2 años de cárcel por atentado, que queda suspendida durante un periodo de tres años en el que no puede delinquir ya que de hacerlo queda revocada la suspensión.
Por el delito leve de lesiones queda condenado a un mes de multa con cuota diaria de 5 euros, es decir, 150 euros.
El joven ha reconocido los hechos, dejándose constancia de que la agresión no se dio con el gancho metálico en sí.
Qué es lo que pasó
El joven fue detenido en la tarde del 11 de mayo tras un intento de entrada por la valla junto a otro subsahariano.
Haciendo uso del gancho que tenía, un elemento que fabrican de manera artesanal para trepar, golpeó a un guardia civil que intentaba evitar que cruzara.
La suerte fue que no le golpeó con el gancho metálico en sí, lo que habría sido una auténtica desgracia, sino que le dio con la parte del mango causándole lesiones en la frente.
Tras su traslado al juzgado, se dictó auto de entrada en la cárcel de Mendizábal a la espera de la vista oral que ha tenido lugar este lunes.
Patrullas unipersonales
Las asociaciones han denunciado en cuantiosas ocasiones la existencia de patrullas unipersonales en las que solo va un agente para cubrir espacios de la valla.
A lo sumo cuenta con apoyo de otro compañero para repeler intentos de entrada.
El suceso en sí reabrió el debate en torno a esta situación de inseguridad que ha sido denunciada de manera constante por asociaciones como AEGC.
Tirón de orejas a Marlaska
La Asociación Española de la Guardia Civil -AEGC-, de hecho, le sacó los colores al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, tras decir que garantizaba desde su ministerio la seguridad de los agentes que prestan servicio en la valla de Ceuta.
Se olvidaba de la realidad pura y dura a la que se enfrentan unos efectivos que, por ejemplo, patrullan solos y solos también se enfrentan a incidentes que son cada vez más violentos.
Las denuncias de AEGC tenían sentido por cuanto luego se han producido hechos como este.
Pues faltaría más...si es morenito, no hay delito. Ni me imagino el circo que se monta si ocurre al revés...
Que barato sale atacar a un agente de la G. Civil y que poca vergüenza tiene el G. Mar....
Que barato sale pegarle a un miembro de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, así está el patio.
Y expulsión ya. Menuda condena por agredir a un Guardia Civil y entrar de manera ilegal y salvaje. Sólo le faltó decir que le dio un abrazo.