El CEIP Reina Sofía de Ceuta celebró este jueves su fiesta de fin de curso, un evento repleto de ilusión, juegos y convivencia en el que los verdaderos protagonistas fueron los niños y niñas del centro. La jornada, que reunió a alumnado, profesorado, familias y entidades colaboradoras, se vivió como una auténtica celebración del trabajo en equipo y el compromiso social.
Desde primera hora de la mañana, el colegio se transformó en un escenario de diversión con diferentes actividades organizadas por el equipo directivo y el Claustro. La cita contó con el apoyo de la AV Príncipe Felipe, la AV 317 VPO, Huertos y Parcelas Urbanas de Ceuta y Cruz Roja Española, entre otras entidades que hicieron posible esta jornada llena de momentos especiales.
Agua, espuma, música y sabor a verano
Uno de los grandes atractivos fueron las atracciones acuáticas, con una gran colchoneta y un cañón de espuma que arrancaron risas a cada grupo de estudiantes, desde Infantil hasta 6º de Primaria.
Los hinchables tradicionales, un clásico que nunca falla, completaron el circuito de actividades, demostrando que el juego no tiene edad cuando se trata de disfrutar.
La música corrió a cargo de Riad Abdeselam Habti, joven DJ de la barriada que, a pesar de asistir al CEIP Ortega y Gasset, animó la fiesta con su talento y conexión con el barrio: “Este colegio está en el corazón de mi barriada y lo siento también como mío”, dijo emocionado.
No faltaron los puestos de palomitas, algodón de azúcar ni las zonas de sombra gestionadas por Huertos y Parcelas, que ayudaron a crear un entorno seguro, cómodo y familiar.
Cruz Roja Española también tuvo un papel destacado, apoyando en la logística y reforzando el ambiente de bienestar y cercanía.
Una despedida cargada de gratitud y esperanza
La dirección del CEIP Reina Sofía agradeció públicamente la implicación de todos los agentes que hicieron posible esta jornada: docentes, familias, asociaciones, entidades colaboradoras y voluntariado. “Más allá de la música y los juegos, esta fiesta nos ha recordado que todos llevamos un niño dentro, y que compartir felicidad no tiene edad”, aseguraron desde el centro.
Con este mensaje, la comunidad educativa despide el curso escolar y da la bienvenida al verano con una sonrisa y la ilusión de seguir construyendo espacios de encuentro, alegría y aprendizaje.