La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, pasó ayer por Ceuta para dar un espaldarazo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y a la ciudad en general. Las visitas de líderes políticos y representantes institucionales de otras regiones o de ámbito nacional, facetas que en ella se conjugan, siempre deben ser saludadas con alegría con independencia de su color político por lo que evidencian de interés y preocupación por la ciudad autónoma.
Lo explicitó la política madrileña: “No estáis solos”. “No estamos solos”, corroboró, como suele hacer en cada comparecencia, el presidente de Ceuta, que con responsabilidad, lealtad institucional y sentido de Estado ha sabido no generar ruido partidista en el respaldo del Gobierno central a la ciudad en una encrucijada fundamental.
Ayuso, uno de los bastiones del PP, principal partido de la oposición y alternativa de gobierno, dejó ayer una magnífica impronta, no solo por su carisma, sino también por su toma de posición política en defensa del imperio de la ley como principio supremo de ordenamiento social y sus elogios a la multiculturalidad local.
La presidenta de la Comunidad de Madrid supo hacer suyas las características de Ceuta y asimilarlas a las de la región que lidera, tierras “mestizas” y “acogedoras”, unidas por el “amor a España” que profesan sus habitantes con independencia de sus nombres, credos o culturas. Igualmente es apreciable su disponibilidad para poner su tremendo tirón popular y mediático al servicio de la promoción exterior de la ciudad en escenarios como el Parque Marítimo o la Puerta Califal. Siempre es bueno estar bien acompañados, pero también sentirse, como ayer quiso explicitar Ayuso.