Los estragos de una sequía que se ha extendido durante siete años y que las recientes lluvias no han podido compensar ha llevado a los ganaderos de Marruecos a pedir ayuda para poder proteger a sus ovejas, viviendo las consecuencias de una reducción del 38% de las cabezas de ganado.
En una nota firmada por Fatima Zohra Bouaziz y Moulay Driss Aghbal de la agencia de noticias EFE se destaca que la escasez de ganado y la subida de los precios llevó al rey Mohamed VI, el pasado 26 de febrero, a pedir a la población abstenerse de realizar el sacrificio del cordero en la conocida fiesta musulmana Eid Al-Adha.
Destacan que es la primera vez que esto sucede, que se suspenda este importante ritual desde que el rey ascendió al trono en 1999, y la cuarta en la historia contemporánea de Marruecos (tras la anulación de 1963, 1981 y 1996).
Al momento del anuncio el monarca se refirió a "los desafíos climáticos y económicos que afronta el país”, señalando que la compra de corderos “podría perjudicar a amplios sectores de la sociedad, concretamente aquellos con ingresos limitados".
Aumento sin precedentes de los precios de los animales destinados al sacrificio
En la información publicada por EFE también se recuerda que en una encuesta realizada tras la anterior festividad en 2024, la ONG Centro Marroquí para la Ciudadanía advirtió contra el "aumento sin precedentes de los precios de los animales destinados al sacrificio”, añadiendo que “más de la mitad de los encuestados dijeron entonces tener dificultades para asumir el pago de un cordero”.
El pasado 13 de febrero, el ministro de Agricultura marroquí, Ahmed Bouari, ya advirtió de que se había perdido el 38 % del rebaño nacional desde el último censo realizado en 2016, y añadió que estos animales se nutren esencialmente de los pastizales que fueron fuertemente golpeados por la escasez de lluvias.
Asimismo, se hace referencia a que la reducción del ganado “causó la disminución de la producción de carne roja en el país” y que en la actualidad “solo se sacrifican 150.000 cabezas de animales vacunos y ovinos frente a los 230.000 cabezas que se sacrificaban en un año normal”.
Sobre la caída de la oferta, concretamente de la ovina, se explica que un consumo sostenible, “disparó los precios de la carne roja en el país pese a que el Gobierno marroquí abrió hace un año la posibilidad de importar carne fresca y rumiantes -con incentivos arancelarios- para bajar los precios”, con el añadido de que “solo entre enero y febrero pasados, el país importó 21.800 cabezas de vacuno, 124.000 cabezas de ovino, y más de 700 toneladas de carne roja”.
Asimismo, que tras el anuncio de la suspensión del ritual del sacrificio “se empezó a percibir una caída de los precios de la carne roja en esta última semana”, recalcando que “la carne ovina por ejemplo bajó del precio récord de 125 dirhams (11,8 euros) el kilo a 90 dirhams (8,5 euros), según los precios mayoristas de Casablanca”.
Necesarias medidas gubernamentales
En este panorama, reseña EFE, “los ganaderos temen que la suspensión del ritual no sea acompañada de medidas gubernamentales para ayudarles a afrontar los costes de alimentación y recolocar a sus animales que estaban preparando para la ocasión”.
"Queremos que el gobierno nos ayude económicamente. Todos los ganaderos tienen deudas por los gastos del pienso", lamenta Abdelkader Badaui, agricultor que se dedica también a la ganadería.
Desde su granja en el pueblo Jemaat Moul Blad, en el municipio Moulay Driss Aghbal, a unos 100 kilómetros al este de Rabat, Badaui explica a EFE que los ganaderos aprovechan la fiesta para vender sus borregos y así pagan sus deudas y garantizan alimentación a sus ovejas para que puedan parir. Ahora teme que los pequeños ganaderos vendan incluso sus ovejas productivas si no tienen con qué alimentarlas.
Badaui afirma que ha decidido no vender sus 35 corderos que tenía reservados para el Eid porque los precios bajaron a la mitad y "no cubren los costes". Para mantener a sus animales, confía en que las últimas lluvias que se están registrando en el país reaviven su campo de trigo para que sirva de pastizal.
Otra de las voces ha sido la del presidente de la Asociación Nacional Ovina y Caprina (ANOC), Achraf Mejdoubi, que dijo a EFE que “el gobierno debe aumentar la ayuda destinada a los ganaderos para evitar que abandonen el campo y este oficio si no lo ven rentable, y también para que no vendan su rebaño de hembras”.
Hay que recordar que el ministro marroquí de Agricultura indicó recientemente que se prevé apoyar a los criadores de ovejas, cabras y vacas con 1,5 millones de toneladas de pienso ganadero, así como garantizar a los ganaderos una asistencia técnica y veterinaria para promover la producción de ovinos, bovinos, caprinos y camélidos.
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