En el marco de su programa anual de preparación, unidades de la Comandancia General de Ceuta han llevado a cabo ejercicios militares con el Batallón de helicópteros de Maniobra VI del Mando de Canarias del Ejército de Tierra (BHELMA VI).
Esta mañana ha sido el Regimiento de Caballería Montesa nº 3 quien ha desarrollado estas prácticas de instrucción en embarque, desembarque y señalización en el propio cuartel.
A las 09:15 horas, la unidad de Caballería ya ocupaba el gran espacio que ofrece el patio en el que se hallaba parado el helicóptero protagonista de la jornada.
Un gran número de militares elegidos para el ejercicio escuchaban atentamente al capitán de BHELMA VI y muchos de ellos miraban al cielo, que se cubrían con nubes oscuras.
La lluvia llegó a mojar en dos ocasiones a ambas unidades, así como a los distintos miembros de Caballería que aseguraban la zona, rodeando la gran extensión preparada para la actividad.
El helicóptero utilizado para estos ejercicios es un helicóptero de maniobras para el transporte de carga y personal en apoyo de las operaciones de las unidades terrestres.
“Es un helicóptero Super Puma y tiene una capacidad máxima al despegue de 9.000 kilos que, en el mejor de los casos, da una capacidad de carga de personal en torno a 20 personas, unos 2.000 kilos”, detalla el capitán de BHELMA VI, Jesús Ortín.
“Los batallones de helicóptero son para apoyar en las operaciones de las unidades terrestres. La intención es que ellos tengan el conocimiento para cuando trabajen con helicópteros”, indica.
Durante primera hora de la mañana, en el cuartel de Caballería Montesa nº 3, el capitán Ortín ha explicado las características generales de las aeronaves y de los helicópteros de maniobra, así como las medidas de seguridad a tener en cuenta “en la zona aeronáutica y puestos de toma, ya sea en ambiente táctico o no”.
La unidad de Caballería esperaba expectante el momento de embarcar, las caras de nerviosismo eran evidentes y nadie quedaba indiferente ante la espectacularidad del momento.
Según el teniente del Regimiento de Caballería Germán del Pozo, “dentro del Mando de Canarias, en el que se encuentran las islas, Ceuta, Melilla y las Islas Baleares, tenemos que conseguir una cooperación entre nosotros. Ellos, en su plan anual de preparación vienen a Ceuta y coordinamos todas actividades”.
El teniendo del Pozo ha indicado que el objetivo es embarcar su unidad en el helicóptero y ser transportados hasta un “punto de toma”. “Nos dejan allí y ya proseguimos a la misión que tengamos encomendada”.
El capitán de BHELMA VI ha instruido a la unidad de Caballería a través de una amplia lista de pautas en seguridad y aspectos a tener en cuenta antes de proceder al embarque del helicóptero.
“Una cosa muy importante es que debido a las características en particular de los helicópteros por el rebufo y por los puntos de toma pueden salir proyectados objetos, por lo que es importante gafas de protección individual, pues una china en un ojo puede dejar fuera de combate a un soldado. También están equipado con protectores auditivos”, ha explicado el capitán Ortín.
Otro punto importante a tener en cuenta es no “llevar prendas de cabeza u objetos del equipo sueltos que puedan ser ingeridos por las turbinas porque pueden producir una parada de motores o pueden irse hacia el rotor de cola y dejar inoperativo el helicóptero”.
En la instrucción previa al comienzo de la práctica, el capitán de BHELMA VI ha explicado a la unidad de caballería que “las aeronaves toman y despegan en contra del viento y eso les da pautas de cómo tienen que señalizar un punto de toma para dar información a los tripulantes de cuál es la dirección más adecuada”.
Por otro lado, ha advertido de la existencia de obstáculos en las inmediaciones de los puntos de toma, un aspecto importante a tener en cuenta.
Para la comunicación en el aire, los tripulantes van equipados con interfonía y, normalmente, también se proporciona esta interfonía al jefe del equipo de la unidad terrestre embarcada.
“El grueso del personal va con sus protectores auditivos en el interior de la aeronave y los jefes están enlazados por intercomunicación”, detalla el capitán de BHLEMA VI, Jesús Ortín.
En cuanto a la posición táctica del teniente del Pozo en el helicóptero, ocuparía el lugar de jefe de unidad comunicado por interfonía con el resto de la tripulación.
“Una vez que estemos llegando al punto me avisarían del tiempo que tendríamos para bajarnos y yo empezaría a desembarcar a mi unidad. Sería el último en bajarme de la aeronave para darle el ‘ok’ al capitán de que hemos terminado de desembarcar y otorgarle la seguridad al helicóptero para que pueda irse y despegar en un entorno de seguridad en la zona”, explica el teniente de Caballería Montesa nº 3, Germán del Pozo.
En esta práctica de helicóptero, el Regimiento de Caballería, cumpliendo con la práctica de helitransporte de personas, sería trasladado hasta el lugar donde desarrollaría la misión encomendada.
Dentro de las misiones a desarrollar podemos encontrar: reconocer itinerarios, dar seguridad al helicóptero en el caso de que tuviera que trasladar suministros a otra unidad o proporciona seguridad a otra unidad que venga a retaguardia avanzando.
El objetivo de estos ejercicios durante estos días es, en palabras del teniente del Pozo, “coordinarnos entre nosotros”.
“Somos dos unidades totalmente distintas, una unidad de helicópteros y una de Caballería y lo que nos interesa es poder trabajar juntos de manera segura, por eso nos explican las prácticas de embarque, desembarque y seguridad, así como el helitransporte de personas”.
En cuanto a la tripulación del helicóptero, el capitán de BHELMA VI ha explicado que “son dos pilotos, un mecánico y dos operadores de abordo que tendrían la función de tiradores porque los helicópteros de maniobra y este en particular, va artillado para autodefensa”.
Los tiradores de abordo tendrían la función de utilizar el armamento y de asistir a pilotos. “Son los ojos del piloto en la parte de atrás del helicóptero”, concluye el capitán de BHLEMA VI.
La Unidad de Caballería Montesa nº 3 se ha mostrado con gran predisposición en la práctica. Además, la imagen vivida quedará como una gran experiencia en el recuerdo de muchos presentes.
El helicóptero ya impresiona, pero la implicación de las fuerzas militares volcadas en estos ejercicios despierta una emoción distinta a las acostumbradas, porque, a pesar de la profesionalidad que requiere la situación, también presenta una dificultad añadida y un nuevo reto a supera, sobre todo para aquellos que nunca antes habían subido a una aeronave de tales dimensiones.