Zorros, y cada vez en mayor número, en los montes de Ceuta. Una especie que se ha convertido en demasiado confiada con el humano, tanto que incluso se expone al peligro.
Eso es precisamente lo que temen los ecologistas que reclaman un comportamiento cívico y de respeto.
Hace unos 10 años empezaron a verse en los montes de la ciudad tras una década sin su presencia. Por aquel entonces se captaba de manera aislada algún ejemplar temeroso del hombre.
Ahora no hay uno ni dos, sino varios. Además, se acercan sin temor a que les hagan daño porque se han vuelto confiados.
Observados en diferentes puntos de Ceuta, no solo en horas tempranas sino también con el atardecer, se aproximan a zonas en donde pueden encontrar restos de comida.
Registros escritos
No hay registros que recojan la presencia de zorros en Ceuta. José Manuel Pérez Rivera, presidente de la asociación Septem Nostra, cita la obra ‘Geografía médica de Ceuta’, de Celestino García Fernández, fechada en 1906, pero en donde se alude a la presencia del chacal, no del zorro.
Quienes son asiduos a los montes mantienen como explicación al aumento de esta especie a que se trata de zorros que han sido soltados en los montes, lo que ha llevado al incremento posterior de la población.
“En Ceuta, antes, había uno o dos, era raro verlos además de cerca… Ahora, no veas”, explican, aludiendo a la facilidad con la que se ven y a que incluso no se alejan de perros abandonados que han convertido el campo en su espacio obligado de vida.
Más frecuencia
Pérez Rivera coincide también en que se están viendo “con más frecuencia de lo habitual”, incluso de día, sin miedo. Se están volviendo demasiado confiados y eso es malo para garantizar su protección.
Se trata de una especie vulnerable que se debe proteger, pero esa exposición a puntos que antes no visitaban salvo de noche les expone a cuantiosos peligros. Incluso se les ha tomado fotografías o grabado sin que hayan huido de la presencia humana, quedándose quietos a la espera de que se les dé alimento.
Para el presidente de Septem Nostra, cabe la posibilidad de que esta especie haya sido reintroducida, “no se sabe por quién ni por qué”, dando pie a la situación actual que es digna de análisis y debe llevar a la adopción de garantías de protección para estos animales.
Las hipótesis que se manejaron
En un reportaje publicado por El Faro de Ceuta en 2015, cuando se informaba de la presencia del zorro en los montes, Obimasa apuntó a dos posibles causas de esta detección.
Por un lado, señalaban las tuberías de la zona fronteriza por la que podían pasar fácilmente hasta nuestra ciudad procedentes de Marruecos. Pero esa hilera de huecos fue sellada por la Guardia Civil como medida de seguridad ante las incursiones de drogas o personas.
Por otro, apuntaban a la compra de estas especies y su posterior introducción ilegal en la ciudad. Tras haberse tenido en casas como si fueran mascotas, los zorros crecen, las familias se cansan de ellos y los sueltan.
Búsqueda de alimentos
El zorro intenta buscar alimentos en zonas habitadas por humanos para poder subsistir, lo que les impide adaptarse totalmente a su hábitat natural.
“Aunque puedan parecer dóciles, son animales silvestres a los que se les ha alterado su comportamiento habitual”, explicaban desde la entidad Obimasa.
El avistamiento y contacto de zorros con algunos ceutíes ha preocupado a varios grupos animalistas que apoyan la vida del zorro en su hábitat natural, exigiendo medidas de protección para ellos al objeto de evitar males mayores a estas especies.
?Qué ecologistas?
Ya están los ecologistas EXIGIENDO medidas de protección. En vez de tanto exigir que PROPONGAN esas medidas.
No pensemos en que hay gente que ha introducido el zorro en Ceuta, lo más lógico es que haya entrado desde Marruecos.
También podían avisar los ecologistas del peligro de acercarse a estos animales salvajes y que podrían transmitir enfermedades como la rabia, toxoplasmosis y la leishmaniosis.