El Gobierno ha alcanzado un acuerdo con los sindicatos para subir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en 2025, sin contar con el apoyo de los empresarios. La vicepresidenta Yolanda Díaz, junto a los líderes de CCOO, Unai Sordo, y de UGT, Pepe Álvarez, han firmado un incremento del 4,4% en el SMI, que afecta también a los allegados de Ceuta, lo que supone un aumento de 50 euros al mes, elevando el salario hasta los 1.184 euros en 14 pagas.
Esta subida beneficiará a más de dos millones de trabajadores en todo el país. Además, el incremento será retroactivo y se aplicará desde el 1 de enero de 2025. Sin embargo, aún está pendiente de resolución un aspecto importante: la tributación de este aumento salarial.
El Ministerio de Hacienda no ha tomado una decisión definitiva sobre si los perceptores del SMI tendrán que tributar este incremento en el IRPF. La ministra María Jesús Montero ha explicado que la cuestión será resuelta cuando se apruebe oficialmente la subida del salario mínimo. Aunque hasta ahora el salario mínimo no ha tributado en el IRPF, algunos miembros del Gobierno sugieren que podría ser el momento de empezar a aplicar el impuesto.
En cualquier caso, los sindicatos y el Ministerio de Trabajo defienden que el SMI no debe tributar, al menos por ahora. Aseguran que este salario sigue siendo insuficiente para los trabajadores que lo perciben, muchos de ellos en sectores como la hostelería, el comercio o la agricultura, donde predominan los contratos temporales y las mujeres jóvenes.
A pesar de las diferencias sobre la tributación, la ministra Díaz ha querido destacar que, en lugar de centrarse solo en la subida del salario mínimo, se debe poner el foco en los altos sueldos y dividendos que se registran en algunas grandes empresas. Esta reflexión llega después de que la semana pasada se conocieran los récords de beneficios obtenidos por la banca española.
La subida acordada en esta ocasión es la última de una serie de incrementos que el Gobierno ha implementado desde 2019. Según la ministra Díaz, el salario mínimo ha aumentado un 61% desde entonces, lo que ha permitido mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores, especialmente frente a una inflación que ha subido un 23% en ese mismo periodo.
Por su parte, los sindicatos han defendido que la subida del salario mínimo no provoca la pérdida de empleo, como afirman algunos críticos. De hecho, han insistido en que los beneficios de estas subidas son evidentes para los trabajadores más vulnerables.
Además, el Comité de Expertos que asesora al Gobierno ha recomendado aumentar el SMI entre un 3,4% y un 4,4% para cumplir con el mandato de la Carta Social Europea, que establece que el salario mínimo debe representar al menos el 60% del salario medio en España. El Gobierno ha optado por la opción más alta de esta recomendación.
A pesar de la falta de acuerdo con las patronales, que se mostraron dispuestas a aceptar un aumento más moderado del 3,4%, Yolanda Díaz ha agradecido las aportaciones realizadas por los empresarios. La ministra también ha señalado que el diálogo social es fundamental para avanzar en la mejora de las condiciones laborales y que, a pesar de las tensiones, este proceso sigue siendo una herramienta clave para avanzar hacia una mayor justicia social.
Los salarios son una porquería y deben subir,los empresarios entre la presión fiscal,subidas y recorte de jornada echarán muchos la persiana,esto no es pensar soluciones ,es parchear el agujero pero de estos no se puede esperar mas,paro, ruina y más pobreza.
Y eso es noticia ? Si la patronal siempre se ha opuesto a cualquier subida. Si fuera por ellos , todavia el SMI, estaría en 730 euros.
Estás decisiones unilaterales traen consigo más despidos y menos contratos. Vamos bien!!!!