En el centro de la ciudad autónoma todavía hay centenares de personas que pasan las noches a la intemperie, sin comida ni ropa para cambiarse. Algunos como Hamza, 21 años, deambulan con los pantalones y las sudaderas con las que llegó a Ceuta o les han proporcionado los vecinos.
El joven entró a nado, después de que sus amigos le avisaran de que la gente estaba cruzando la frontera. “Después mi hermano pequeño me lo dijo también; entró antes que yo y le he seguido”, explica. En su país “no hay nada más que palos” y prefiere pernoctar en la calle antes que volver a Marruecos. Su objetivo, añade, es alcanzar la Península: “Voy a ir nadando, en kayak... como sea”. Sus hermanos son menores que él. Uno tiene 18 años y le acompaña; el otro, de 14, está “dando vueltas” por la ciudad.
“Si Dios quiere, voy a subir a Europa, pero no quiero volver a Marruecos”, afirma Mohamed Ziane. Con dieciséis primaveras, señala, no quiere saber nada del reino vecino. No tiene a nadie; su madre se volvió a casar en Larache cuando su padre los dejó y dejó a Mohamed solo, pero tiene un familiar en Barcelona, donde espera iniciar una nueva vida. “Quiero que me lleven al CETI [Centro de Estancia Temporal para Inmigrantes] y me preparen la documentación para ir a la Península. Las autoridades me han dicho que me quede aquí hasta que encontremos una solución”, asegura.
Mohamed Ziane pasea por la ciudad a veces por su cuenta, otras rodeado de chicos de una edad similar. Ellos le dan la razón y alguno le interrumpe para manifestar que en Marruecos “no hay libertad” y los ha abandonado.
Mojluf Miloud, 30 años, muestra su bolsa, que ocupa por completo una manta gruesa. “Me voy a quedar en la calle”, anuncia. Como él, otros cientos de jóvenes esperan una solución. “Queremos comer, un sitio para dormir y ropa; no tenemos nada”, señala otro marroquí. Los espacios habilitados para alojar a los inmigrantes se encuentran ocupado a pesar de las 5.600 devoluciones y regresos voluntarios que se habían contabilizado hasta este miércoles.
“Hemos venido a trabajar para mandar dinero a nuestra familia porque les hace falta”, apunta otro joven, con apariencia de adolescente. Todos repiten lo mismo: que en Marruecos “no hay nada”, ni trabajo ni posibilidades de estudiar. Algunos hasta se dirigen al Gobierno de España ante la cámara de FaroTV para pedir que los “suba” a Europa. “Ahora pertenecemos a Ceuta. Si Dios quiere, nos van a arreglar la documentación para ir a la Península”, insiste Mohamed Ziane.
Entre las casi 10.000 personas que llegaron a la ciudad autónoma hay más nacionalidades aparte de la marroquí. Las hay procedentes de África subsahariana o Argelia. El martes cruzaron a nado una treintena de yemeníes que pretenden pedir asilo porque en su país están en guerra y exhiben su pasaporte para acreditar lo que dicen.
Llevaban dos meses intentando traspasar la frontera sin éxito hasta que supieron de la avalancha de inmigrantes, a la que se unieron. Van a dormir en la calle, explican, y nadie les atiende. En el CETI les indicaron que fueran a comisaría pero, una vez allí, les echaron. Según declaran, hay más de 150 de sus compatriotas que esperan en Marruecos; todos ellos han atravesado seis países antes: Etiopía, Egipto, Níger, Mali y Argelia.
Mano de obra muy barata y sin cualificacion. Cuando se encuentren sin trabajo, que creeis que van ha hacer?
Aquellas personas que vienen huyendo por ser desplazados de la violencia y guerra, personas que realmente estan desesperadas por que saben que si vuelven van a morir y realmente se les ve en el rostro que no tienen opción, los entiendo y sé que la Unión Europea tiene habilitados mecanismos para ayudarles y darles asilo. Ahora bien, veo muchos testimonios que suenan a "No teníamos nada mejor que hacer, hemos venido porque hemos visto que todos lo estaban haciendo y han dicho que si veníamos aquí nos daban todo. 😆 Por favor, ayudenos que solo llevamos un dia sin cambiarnos de ropita. 🥺" Pues hacen que sienta todo lo contrario a la empatia. Por estas personas es que los mecanismos de ayuda humanitaria se ven con desden al aprovecharse de la buena fe de Europa.
Cuando lleven mas tiempo viviendo así se daran cuenta que estaban mejor viviendo en su pais que siendo unos parias acá: su egoismo ha mancillado su pais, se volvieron ciegamente armas politicas de su rey, han creado más estigma al migrante marroquí y le quitaran recursos a personas del ceti y de los menas que realmente si vinieron al pais por situaciones desesperadas.
todos vienen a trabajar, lo malo es que no hay trabajo, cuando no tengan que comer haber que hacen