Se casaron para emprender una nueva vida juntos. Lo que para cualquier otra pareja es el inicio de una etapa, para esta el paso dio pie a un camino de papeleos y trabas. A él, originario de Marruecos, le han denegado recientemente el visado de residencia por reagrupación familiar por “matrimonio fraudulento”. Los distintos documentos demuestran que su unión es legal y que está reflejada en el Registro Civil. Ella, de Ceuta, se dedica a viajar para poder pasar tiempo con su marido.
Su amor se fragua separado por una frontera. Lleva un año a caballo entre la ciudad y el país vecino solo para verlo. Esta vecina no comprende cómo tras cumplimentar todos los requisitos no le han dado luz verde para obtener la autorización.
Esta vecina cuenta que las autoridades marroquíes le indicaron que el papel no servía
La razón por la que su petición ha sido rechaza es por la falta de sellos en el pasaporte del esposo. Han estimado que la ausencia de los mismos no prueba que se hayan cursado los pasos exigidos para probar su alianza a pesar de tener consigo el escrito que la acredita.
La necesidad de esta comprobación se debe a que, para formalizar burocráticamente el estado civil de ambos, les concedieron un permiso para trasladarse de un punto a otro de un solo uso. A partir de ese momento, ninguno de los dos pensó que se complicaría tanto este arreglo.
Sin opción para pasar
Cuando comenzaron el procedimiento, acudieron al consulado de España en Tetuán. Se sometieron a unas entrevistas para poder obtener el certificado de Capacidad Matrimonial. Más tarde, una vez conseguido, lo entregaron en la sede, celebraron la boda en la ciudad y se citaron con los organismos pertinentes para plasmar que son cónyuges de forma oficial.
Los funcionarios del ente les expidieron un visado que les permitía una entrada y una salida para organizar los trámites correspondientes. Confiados, guardaron el papel para enseñarlo a posteriori. La sorpresa llegó cuando al estar ante las autoridades marroquíes les anunciaron que no era posible que él pasara con este en mano.
“No le dejaron pasar. Nos dijeron que el consulado sabe que nosotros no podríamos porque no sirve. Nos indicaron que tiene que ser uno Schengen”, traslada a este periódico.
Se vieron en la casilla de salida a pesar de haber progresado en este recorrido de condiciones. Regresaron a las oficinas en la ciudad marroquí para exponer la situación. Allí les comunicaron que “era legal y que sí era apto”, comenta.
Pidió hablar con un superior sobre la cuestión y asegura que tampoco se le posibilitó esta opción. Le sugirieron emplazar una cita para abordar este tema, una tarea que no fue fácil. Recibió por respuesta llamadas y correos sin contestar.
A nado
La reunión con el Registro Civil y con la Comisión Islámica para configurar su matrimonio ya estaba concertada. El aprieto de la circunstancia y el miedo a perder la oportunidad lo llevaron a tomar una decisión arriesgada.
Se lanzó al mar para llegar a nado a Ceuta y así presentarse en estos requerimientos. A la vuelta, hizo lo mismo. Afortunadamente salió sano y salvo de esa ruta. Respiraron aliviados al tener los impresos consigo. Su casamiento ya estaba reflejado más allá de unas fotos o de las miradas de los familiares que presenciaron el compromiso. Sin embargo, un nuevo vuelco surgió en la historia. Fue ahí cuando consideraron que su unión era “fraudulenta” por no tener los sellos de entrada y salida en el pasaporte.
Su deseo es lograr la autorización para emprender una vida junto a su marido
“Solicité este visado porque estamos casados. Es para que entre a Ceuta y obtenga la residencia para vivir juntos”, relata. “Solo lo puedo visitar los fines de semana porque curso estudios en los días laborables”, comenta.
Solo pide que desde el consulado reconsideren su caso ya que su enlace está establecido como legal en España. Lo que menos le preocupa en estos momentos es la gestión de trámites para empadronarle o para tener atención médica. “Es lo de menos. Lo más importante para mí es que mi marido esté conmigo. Dejar de estar yendo y viniendo”, expresa.
Marruecos es una maravilla para las vacaciones y para pasar las fiestas con la familia ,ahora para vivir el día a día prefieren destinos europeos .
Es lo que hay
Marcha al Magreb y allí vives tranqueleta...
Y por que no se va la mujer con su marido y se acaba el problema.
Me lo ha quitado usted de la boca.
Y POR QUE ELLA SE TIENEQUE IR CON EL SI ELLA ESTA ESTUDIANDO EN SU PAIS Y LO PUEDE MANTENER