La Policía Nacional ha detenido a un marroquí residente en Córdoba con 2 kilos y medio de hachís adosados a su cuerpo, en el transcurso de un control llevado a cabo en el puerto de Ceuta.
El detenido fue sorprendido en la tarde de este domingo cuando pretendía el embarque con destino a Algeciras, portando la droga como muchos la llevan, adosada a su cuerpo con la idea de no ser sorprendido en el control.
No fue así. Los agentes de servicio procedieron al arresto del sujeto que ha sido puesto a disposición judicial. Su caso no es para nada anecdótico, el repunte en este tipo de tráficos es más que evidente.
Hasta 238 cápsulas cargadas de hachís
Al varón se le arrestó en el transcurso de un control documental y de pasajeros en la estación marítima.
Llevaba 238 cápsulas ovoides de hachís, con un peso bruto total de 2.541 gramos, que fueron descubiertos durante el cacheo practicado en una sala acorde para ello.
El marroquí reside en la Península, en concreto en Córdoba, y había venido a la ciudad para regresar cargado de hachís.
Cómo se le detuvo
En el oportuno control documental ejercido en el acceso peatonal, se procedió a solicitarle al viajero su documentación personal, toda vez que se le interpelaba por el motivo de su viaje a Ceuta.
Al comprobarse el sellado de su documentación, así como el período de estancia del mismo en sus diferentes visitas y el motivo alegado de su viaje, los agentes actuantes procedieron a trasladar al mismo a una dependencia anexa para la práctica de un cacheo superficial del identificado.
Sospechaban que algo raro tramaba o que escondía algo porque su perfil no cuadraba con el de un turista.
Escondía dos paquetes con droga adosados a su cuerpo, por lo que se le detuvo por delito contra la salud pública.
Servicios cada vez más repetidos
Esta intervención policial no es para nada casual, cada vez son más los casos que se dan de traslados de pequeñas cantidades de hachís en los que participan no solo adultos, como es este caso, sino también menores de edad.
Son las llamadas mulas, personas que son usadas por las organizaciones de pase de drogas para que porten pequeñas cantidades por las que se llevan un beneficio económico.
Pero ese beneficio puede terminar en condenas, con detenciones como la que ahora se ha producido. Incurren en un delito contra la salud pública que está penado, se arriesgan a terminar con sus huesos en una celda.
Refuerzo de controles
La Policía lo sabe y por eso han reforzado los controles ejercidos en el puerto para detectar ese pase constante de personas que ocultan pequeñas cantidades de hachís enfajado en sus cuerpos u oculto de manera que pueda burlar los controles.
Los llevan adosado a la cintura, en las piernas, pero también en las plantillas de las zapatillas o incluso en las gorras.
Los agentes destinados en el puesto de control del puerto están atentos a un repunte del tráfico de pequeñas cantidades, pero que, sumadas, dan como resultado un lote de hachís mayor del que parece cuando las noticias se cuentan de manera aislada.
En lo que va de año han sido detenidas mujeres, pero también adolescentes y hombres todos ellos por su relación con delitos contra la salud pública.
Las pastillas de hachís van marcadas con distintos símbolos según el receptor que las vaya a obtener, y en ocasiones son simuladas con envoltorios de chocolate. Precisamente es un camuflaje que se ha repetido en varios de los servicios de los que se ha informado en los últimos días, como caso curioso dentro del propio submundo del hachís.
Me extraña muchísimo que un marroquí con residencia en Córdoba haga esas cosas, con lo buena gente y buenas personas que son.
QUE TU LO CONOCIA O ES FAMILIA TUYA YO TENGO UN AMIGO ESPAÑOL Y YO DECIA COMO TU QUE BUENA GENTE ERA