Huele a incienso. Las hermandades ultiman a contrarreloj los preparativos. Los cultos en las iglesias preceden a los días clave de las cofradías. La Semana Santa de Ceuta ya es una realidad. La cuenta atrás arranca y, para darle la bienvenida, el Centro del Mayor ha acogido un concierto de saetas.
Cuatro artistas locales son los que se han encargado de poner voz al repertorio escogido. África Mateo, Ana Mesa, Cristian Cajal y Josemi Santiago han deleitado al público este jueves con el potencial de su interpretación.
Rosario en mano, ellas de mantilla y ellos vestidos de un negro impoluto, se han turnado para revelar sus piezas seleccionadas para la ocasión. El sufrimiento, la pasión y la sentencia propias de este arte popular han marcado el carácter de la actuación.
Saetas por turnos
La primera en estrenar el escenario ha sido Mesa, que ha ensalzado la figura de Jesucristo. Una imagen que ha descrito a través de su canto. Detalle a detalle, ha trasladado a los asistentes la clásica imagen de un Cristo arropado en la calle durante la procesión.
Cajal también ha salido con su salterio enredado en la muñeca. Ha aprovechado el momento para proyectar hacia fuera la fuerza de sus cuerdas vocales en una breve letra en la que dominan los quejíos.
Su saeta se enfoca en la estampa de un Cristo que porta una corona de espinas. Una golondrina aparece ante él y roba una de ellas para llevarla al cielo. Al mismo tiempo que la ha entonado, ha movido sus manos al compás de su canto.
Guitarra en mano
Santiago ha cambiado el tono del concierto. Una composición diferente acompañada de música. Este ceutí ha preferido cantar con la melodía de su guitarra en un tono más alegórico. Su dedicatoria también ha sido distinta. La ha dirigido a los costaleros, al cansancio que atraviesan cuando procesionan y a la devoción que demuestran bajo el paso.
África ha devuelto a la sala el estilo solemne del inicio. Ha recuperado esos rasgos tradicionales del género. Sus quejíos han retumbado por toda la estancia. A pesar de perder brevemente la voz, ha finalizado su actuación bajo los vítores del público.
Cada saeta ha tenido su momento de pausa, unos parones en los que se ha podido apreciar el sonido suave de variadas marchas de Semana Santa fácilmente reconocibles como lo son ‘Caridad del Guadalquivir’, ‘Campanilleros’ o ‘Callejuela de la O’.
Las emociones que ha sembrado cada intervención sobre el escenario se han dejado ver entre los presentes. No solo han quedado asombrados los ceutíes que han acudido a la cita para disfrutar en directo de saetas; también los intérpretes han mostrado lágrimas.
La saeta de Machado
Previo al concierto, se ha hecho una breve presentación e introducción sobre el sentido y el significado de estas piezas. Este género folclórico, originario de Andalucía, manifiesta como características esenciales sufrimiento, pasión y sentencia.
Se creó para exaltar la devoción y el paso de las tallas sacras por las calles en la procesión. Esta carta de presentación no se ha dejado en el tintero a la saeta de Antonio Machado, ese poema popular que sigue a día de hoy entre los más sonados de este arte.
Numerosos cantantes son los que se han lanzado a versionar las letras del poeta sevillano. Una de las interpretaciones más conocidas es la de Camarón de la Isla, que le otorgó incluso más fama a la obra literaria.
Estos artistas de Ceuta no se han decantado por este tema ampliamente conocido, pero sí que han seleccionado un repertorio que no ha dejado indiferente a nadie. Cada detalle, cada frase, gesto y tono de voz ha provocado el mayor de los silencios entre los invitados. A flor de piel han escuchado las saetas que han retumbado por la sala.