La Asociación de Autismo de Ceuta, con motivo de la medida de las cuatro horas sin ruido desarrollada entre las siete de la tarde y las once de la noche, ha convocado a las familias en la portada del recinto ferial a las ocho y media de la tarde para dar visibilidad a este colectivo. El presidente de la asociación, Javier Expósito, y la coordinadora, Ana Escalante, han agradecido al equipo de Gobierno y a la Consejería de Festejos su colaboración para que la feria de Ceuta sea más inclusiva.
La medida, según ha señalado el presidente, surgió por primera vez este año con la ayuda de la anterior vicepresidenta de la Asamblea, Rocío Salcedo. Y a partir de aquí, “todo fueron facilidades”, comenta. “Los feriantes no pusieron ningún tipo de inconveniente, estuvieron abiertos a todas las propuestas”. Además, no es la primera feria en la que la realizan, ya que otras como la Feria de Abril de Sevilla fueron las impulsoras de la iniciativa. Y en cuanto a los caseteros, la gran mayoría decidió de forma voluntaria establecer la medida. “El compromiso fue de la zona de atracciones, las casetas se han comprometido por sumarse a la causa”, explica la coordinadora. Casetas como La Nuit, Los Peregrinos o La Encrucijada compartieron en sus redes sociales que apoyaban al colectivo de personas con TEA.
Las personas diagnosticadas con TEA, en una gran parte de los casos, poseen “hiperreactividad o hiporreactividad a los estímulos sensoriales que reciben del exterior”, según comentaba hace unos días Ana Escalante, coordinadora de la Asociación. Por tanto, el ruido que para cualquier persona podría ser normal, para una persona con TEA “puede suponer un estado de ansiedad y frustración enorme”. Sin esta medida, según señalan ambos responsables, habría niños que no habrían tenido la posibilidad de bajar a la feria porque “no hubiera sido nada agradable con esas luces y ese ruido”.
A nivel nacional, uno de cada cien niños es diagnosticado con TEA, según afirma Escalante. Y en Ceuta, es la discapacidad más diagnosticada. En torno a ciento veinte familias forman parte de este colectivo, de las cuales reciben terapia en la asociación en torno a ochenta familias. Por esto consideran esencial que se desarrolle esta propuesta para favorecer la inclusión de estas personas.
Según ha comentado el presidente, Javier Expósito, ha habido cierta polémica en redes sociales con respecto al horario que se ha escogido. Sin embargo, consideran que es el más adecuado para estas personas. “El tema del horario fue consensuado y aprobado por personas especializadas y terapeutas de nuestro equipo”. Se buscó un horario en el que las atracciones no tuvieran mucha luz, ya que también puede ser molesta para estas personas. Y para que pudieran participar todos, se alargó hasta las once de la noche.
El ambiente del recinto ferial no era el habitual. La feria estaba completamente en silencio, pero no importaba a los que estaban en el lugar. El presidente de la Asociación señaló que los que se encontraban en la portada no eran los únicos, ya que habían otras personas que se encontraban en ese mismo momento disfrutando de los “cacharritos” como cualquier otra persona.
La iniciativa no funciona únicamente para dar visibilidad. Así lo ha señalado Ana Escalante. En definitiva, la medida es para que un colectivo invisibilizado como este “pueda disfrutar de la feria como el resto de la sociedad”.