Las obras de emergencia iniciadas a principios de junio en Ceuta, en la carretera N-354, a la altura de la playa de Calamocarro, avanzan según los plazos previstos y sin incidencias destacables. La intervención, que responde a los daños provocados por una DANA, ha obligado al cierre temporal de un tramo de la zona de baño para garantizar la seguridad.
Los trabajos, que se prolongarán durante parte del mes de julio, están consistiendo en la reparación del muro de sostenimiento afectado, que presentaba pérdidas de sección y cavidades. Esta medida afecta a unos 60 o 70 metros de playa, y ha sido tomada con el objetivo de evitar riesgos a la ciudadanía.
El tramo afectado se ubica entre la escalera de acceso y la escollera, zona habitual de paso y recreo para bañistas, caminantes y corredores. El objetivo es devolver al muro su firmeza estructural, reforzando así la seguridad tanto para el tráfico rodado como para quienes frecuentan este entorno natural.
Refuerzo de escolleras y máxima coordinación
La actuación que están desarrollando los obreros está siendo, principalmente, en un proceso de reescollerado, es decir, la reposición y colocación de nuevas escolleras en los puntos más dañados por los temporales recientes. Esta medida busca blindar el muro frente a futuras inclemencias.
Según detalló el responsable del proyecto, Diego Martínez, se trabaja en dos tramos concretos que habían sufrido los efectos más severos del temporal. Con una dotación presupuestaria de 2,6 millones de euros, se prevé que una vez concluidas las obras, la infraestructura quede en perfectas condiciones.
La Delegación del Gobierno ha reiterado que el cierre parcial de la playa responde a una cuestión de seguridad prioritaria y se han tomado todas las medidas necesarias para minimizar molestias a la ciudadanía. Las críticas por la ejecución en pleno verano se han contrarrestado con una explicación clara del carácter urgente de la actuación.
Sin afección al tráfico rodado
Aunque el paso peatonal en la zona está temporalmente restringido, el tráfico rodado no se ve interrumpido. Se han planificado soluciones logísticas para evitar impactos, como el uso de un llano adyacente para acopiar materiales y el empleo del túnel cercano para la maquinaria.
De esta forma, el tránsito por la N-354 se mantiene sin cortes prolongados, aunque podrían producirse interrupciones puntuales por motivos operativos. La coordinación entre equipos y la previsión técnica han sido claves para mantener la normalidad en la circulación.
Se espera que las obras concluyan en las próximas semanas, permitiendo la reapertura del tramo de playa y la plena recuperación del espacio. Las autoridades agradecen la colaboración ciudadana y recuerdan que se trata de una intervención imprescindible para garantizar la seguridad ante futuros temporales.
Un trabajo de doble esfuerzo
Desde el inicio de los trabajos, los operarios han trabajado en doble turno para agilizar los plazos, para aprovechar unas condiciones climatológicas favorables de estas semanas. La empresa adjudicataria ha desplegado todos los recursos necesarios para garantizar que las obras no sufran retrasos, manteniendo el enfoque en la seguridad estructural y la protección del entorno.
Además del refuerzo del muro, se están realizando pequeñas labores de reacondicionamiento del entorno afectado, como la mejora del acceso peatonal y la retirada de elementos deteriorados por el temporal. Estas acciones complementarias buscan devolver a la zona su estado óptimo, de cara a la reapertura de la playa y su uso seguro por parte de residentes y visitantes durante el resto del verano.
La Delegación del Gobierno ha subrayado que se están acelerando al máximo los plazos para que las obras finalicen lo antes posible, siempre garantizando la calidad y seguridad de la intervención. El objetivo es que, en cuanto se den las condiciones técnicas adecuadas, los bañistas puedan volver a disfrutar de esta emblemática zona de Calamocarro con total normalidad y tranquilidad, devolviendo al litoral su uso recreativo habitual en plena temporada estival.