Siempre hay una salida. La esperanza existe y, al final del camino, se sobrepone a la adversidad. Este ha sido el mensaje trasmitido por Alcohólicos Anónimos durante sus noventa años de vida. El grupo Renacer de Ceuta, que pertenece a la entidad, lo ha recordado este martes con una charla informativa en su sede en la calle Juan de Juanes.
Reunidos en círculo, mujeres y hombres de diferentes edades han coincidido en este acto con un único fin: el de superar a la enfermedad, al alcoholismo. Unos a otros han respaldado en este pequeño rincón en el que las frases colgadas en la pared han cobrado un sentido profundo más allá de la simple lectura. Oraciones que han tenido en mente para no tomar un desvío, para continuar hasta dar por finalizada esta etapa.
Han tejido una red de apoyo en la que se han sentido acogidos y cómodos en las que se han sentido protegidos bajo el anonimato. Jesús, sentado en la única mesa de la sala, ha dado una calurosa bienvenida a todos. Él sabe de buena tinta lo que es estar dentro del problema.
Libro en mano, ha explicado uno a uno los puntos esenciales a seguir a nivel individual en el proceso de desintoxicación y llevar a término la dependencia con el alcohol. Ha hecho hincapié en que deben ser seguidos uno a uno. “Cuando empiezas a trabajar en ello, desde el primer momento no te puedes pasar del segundo al quinto”, ha señalado. A estos se suman las llamadas doce tradiciones.
Los doce pasos
A modo de resumen, ha trasladado punto por punto en qué consisten estas pautas para combatir el alcoholismo. El primero, quizá uno de los más complejos, es reconocer la situación. “Dice que tenemos que admitir que éramos impotentes ante el alcohol y que con él nuestras vidas se habían vuelto ingobernables”, ha mencionado.
El segundo es creer que existe “un poder superior a nosotros mismos que puede devolvernos el sano juicio”. El tercero aborda la decisión de “poner nuestras voluntades y vidas al cuidado de Dios”. A pesar de que se lo menciona, ha aclarado que, aunque se hable mucho de él, no necesariamente la persona debe creer. “No es un grupo religioso”, ha incidido. Es más, ha recalcado que cada integrante tiene su referencia en este sentido y que se trata de un concepto.
El cuarto invita a realizar un inventario moral para, una vez desarrollado, reconocer ante uno mismo y los demás “la naturaleza de nuestros defectos”. El sexto versa sobre permitir ser liberados de esas flaquezas. El séptimo, se pide precisamente la descarga de las mismas.
Enmendar los errores
Ya hecha toda la labor personal, el manual pone el foco en otras personas. El octavo paso se basa en escribir una lista con todas las personas a las que se han ofendido y con las que se está dispuestas a reparar el daño. El noveno es arreglar esos perjuicios excepto aquellos que lastimen.
El décimo se fundamenta en ese recuento personal, en continuar con él para reconocer los errores. “Es decir, sigo haciéndolo y registro lo que hago bien o mal. Si me equivoco con alguien, pongo remedio en el momento”, ha manifestado.
El siguiente está marcado por el ejercicio de la meditación o de la oración ya sea con dios u otro ente, en función de las creencias de cada uno. El doce es, más bien, un deber, en concreto, el de transmitir esta guía a otros alcohólicos para tenderles la mano.
“Esto no se hace en dos días. Hay que ir poco a poco. Cuando se llega al último, ya se está preparado para pasar el mensaje a otro afectado por el alcoholismo. Se transmite que existe una salida”, ha comentado.
Donaciones
Son los propios miembros los que financian la asociación. La entrega de sus donativos sirve desde comprar café para las reuniones hasta sufragar el alquiler del local. “Nos mantenemos con nuestras contribuciones. Pasamos una bolsa y aportamos pequeñas cantidades”, ha indicado.
Jesús ha reflejado en todo momento su deseo de explicar y de dar a conocer la entidad para que otros en la misma situación acudan a este recurso a recibir ayuda. Desde los pagos hasta los orígenes de Alcohólicos Anónimos, ha trasladado toda la información posible.
A un lado, en una esquina, cuelgan dos retratos de los fundadores de la comunidad que lucha contra el alcoholismo. “Uno era corredor de bolsa y otro doctor. Los dos estaban desahuciados. El primero se dio cuenta de que hablando con personas pasaba tiempo sin beber”, ha contado.
“Fue a hablar con el médico para tener consultas. Le dijo que solo le daría cinco minutos, pero se convirtieron en horas. Se dieron cuenta de que se quitaban de todo aquello en las terapias de grupo”, ha incidido.
Estar alerta
“Yo antes estaba en esto. No sabía que me podría pasar. Mi consejo es que tengan cuidado con el alcohol porque se puede convertir en una enfermedad de la mente y del espíritu”, ha remarcado. Ha enfatizado que “hay ayuda para los que sufren en la calle. Deben saber que existe, que estamos aquí y que se pueden recuperar con buena voluntad” ·
Todos han asegurado que, en realidad, los doce pasos son útiles para cualquiera, no solo para quienes padecen alcoholismo. “Esa frase se la puede aplicar cualquiera”, ha señalado uno de ellos.
Tras el cristal, una petición. “Concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar aquellas que puedo y sabiduría para reconocer esa diferencia”.