Son ya casi tres meses sin Pepe Ramos y Miramar Alto ha tenido que aprender a tomar las riendas de esta barriada de Ceuta, riendas que tenía bien atadas el que fue presidente de la asociación de vecinos durante más de 20 años, pero implicado en esta durante 35 años.
Fue su hijo, José Mari Ramos, quien ocupó el lugar de su padre como presidente de la barriada cuando este se despidió por última vez, pasando a vivir en el corazón de sus familiares y vecinos.
Un duro comienzo
Según ha podido saber El Faro tras una entrevista con el nuevo presidente vecinal, el arranque fue duro, pues suponía sostener todo aquello que su padre había dejado y que era necesario continuar.
José Mari no solamente tuvo que poner todos sus esfuerzos en intentar, poco a poco, superar la pérdida de su figura paterna, también sacó fuerzas de donde no las había para seguir dando vida a aquello que tan feliz hacía a su padre y por lo que tanto luchó: el bienestar vecinal y el avance de la comunidad.
Un cariño incondicional
Toda la comunidad de vecinos jugó un papel muy importante en este proceso, volcándose con José Mari y mostrándole su cariño incondicional para continuar el legado de su padre.
“Mis vecinos y vecinas están ayudando mucho a continuar el proyecto que, a mi padre, José Ramos Aparicio, el tiempo no le permitió terminar”, agrega.
En esta nueva etapa que está viviendo al frente de la asociación de vecinos, está teniendo sus primeros contactos con la Federación de vecinos, a quien agradece el asesoramiento para poder trasladarlo a su barriada y velar así por el bienestar de la zona.
Como una familia
Según ha trasladado, la comunidad se encuentra ahora mismo inmersa en realizar “encuentros de convivencia en el local social y realmente se vive como si fuera una familia”.
Como parte de estas reuniones que tanto bien hacen en la barriada, está previsto “un pequeño taller gastronómico; y otro de bienestar emocional para las personas mayores del barrio”.
Fue la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos quien les brindó la oportunidad de participar en el concurso de Cruces de Mayo, una propuesta que desde la barriada fue denegada debido a que en sus planes ya se encontraba otro objetivo: realizar un homenaje a Pepe Ramos.
Un homenaje especial
De esta cuestión nace la peculiaridad que se encuentra este año en Miramal Alto, pues en las actividades programadas, entre ellas una relacionada con las festividades mencionadas, se podrá encontrar la esencia de este presidente inolvidable. “Él ha sido el impulsor de todo lo que tenemos hoy día en el barrio y su gente está continuando rodo eso con mucho cariño y respeto”.
Unión y aprendizaje
Cabe destacar la imagen de unión y humanidad que Miramar Alto está demostrando tras la pérdida de Pepe Ramos, una persona ejemplar que se ganó el cariño de todos.
“Ahora mismo son tiempos difíciles y toda ayuda y asesoramiento es bien recibido, puesto que aparte de que es un ámbito del que tengo mucho que aprender, emocionalmente es duro hacerlo, pero al mismo tiempo me llena porque es algo por lo que merece la pena emplear el tiempo libre y cada cosa que hago, siempre pienso en mi padre, en como lo haría él para hacerlo lo mejor posible”, transmite José Mari Ramos.
Respeto y empatía
Su padre se preocupó por inculcarle valores como “el respeto, la empatía, la humildad, la paciencia y, lo más importante, escuchar las inquietudes de las personas y valorar en conjunto las decisiones importantes para conseguir que la decisión final beneficie a la mayoría”.
Si bien es cierto que la barriada presenta algunas deficiencias a mejorar en el plano urbanístico, el nuevo presidente de la barriada entiende que son procesos lentos y que no es el momento para presionar por consecuciones rápidas.
“Sabemos que poco a poco se irán adecentando aquellas zonas por las cuales mi padre se preocupó en su día y no le ha dado tiempo ver”, lamenta.
Para todo lo mencionado, los vecinos y vecinas de Miramar Alto son “clave para para el desarrollo de todas las actividades y su empeño e ilusión se contagia”.
Potenciar actividades vecinales
Ramos ha querido agradecer a la Consejería de Cultura de la Ciudad de Ceuta la subvención destinada a fomentar las actividades en las barriadas, una ayuda clave para mantener las tradiciones que tanto gustan y que son esperadas con ilusión por los vecinos, creando un sentimiento de pertenencia que perdura, aunque un día dejes Ceuta atrás para vivir en otra ciudad.
En cuanto a la organización de la Reina de las Fiestas, el nuevo presidente vecinal de Miramar Alto, José Mari Ramos, ha trasladado que “todo lo que sean facilidades y potenciar las actividades de origen cultural siempre es positivo y, sobre todo, continuar con las tradiciones que nos caracterizan en Ceuta”.
35 años con viaje a los 90
Para finalizar, José Mari Ramos ha puesto la guinda al pastel anunciando que este año la asociación de vecinos de Miramar Alto cumple 35 años y con motivo de su celebración el barrio vivirá una serie de eventos que no dejarán indiferente a nadie.
Para homenajear toda una vida de esfuerzos desde la asociación de vecinos y conmemorar a aquellos que la iniciaron e hicieron posible todas las metas logradas desde la misma, 35 años después, la directiva actual de la asociación ha decidido celebrar “una comida cultural con un guiño a los años 90”.
Una idea ambiciosa
Con esto se pretende recordar los viejos tiempo en los que “el patio se llenaba de gente y había una participación tremenda. Juegos infantiles y muchas otras ideas ambiciosas que hay que cerrar”.
La intención es celebrar una comida cultural mediante la que se recuerden todas estas vivencias que tanta alegría y vida daban a la barriada.
Fue el 24 de agosto de 1990 la primera vez que se reunió la primera Junta Directiva y construyeron los cimientos de la asociación. Así que será el próximo 24 de agosto de éste año cuando se llevará a cabo la celebración de su aniversario.