La instalación de tres cabinas de control de vehículos y pasajeros y dos puestos de control para pasajeros a pie marcará un antes y un después en la operatividad de la Policía Nacional en la nueva terminal de pasajeros de Ceuta. Con un plazo de ejecución de tres meses y un presupuesto cercano a los 70.000 euros, el proyecto responde a una antigua demanda de los sindicatos policiales.
Estas infraestructuras son el resultado de meses de reclamaciones por parte de los sindicatos policiales, especialmente la Confederación Española de Policía (CEP), que venían denunciando la ausencia de espacios adecuados para que los agentes pudieran realizar sus funciones con garantías mínimas en la terminal. La intervención responde, por tanto, no solo a una necesidad legal, sino también a una demanda laboral de larga duración.
El objetivo es que el personal de la Policía Nacional cuente con espacios técnicos, seguros y habitables, desde los que puedan ejecutar de manera eficiente sus tareas de inspección de pasajeros, vehículos y equipajes, así como prevenir incidentes o amenazas vinculadas a la seguridad portuaria. El diseño funcional de estas cabinas permitirá también mejorar los tiempos de control, aumentando la fluidez del tránsito y reduciendo interferencias con la operativa general del puerto.
Un proyecto enmarcado en el Programa FEDER
Este nuevo paso se encuentra alineado con los objetivos del Programa Operativo FEDER Ceuta 2014/2020, en el que se incluyó una serie de actuaciones dentro del Plan de Inversiones 2018-2023 de la Autoridad Portuaria de Ceuta, en calidad de beneficiaria de fondos europeos. La mejora de las condiciones de seguridad, accesibilidad y ordenamiento portuario ha sido uno de los ejes fundamentales del programa en los últimos años.
En concreto, el proyecto se inscribe en el Eje Prioritario 7 del programa FEDER, centrado en “promover el transporte sostenible y eliminar obstáculos en infraestructuras de la red”. En esta línea, Ceuta ha apostado por una estación marítima más moderna, segura y adecuada al flujo creciente de pasajeros y vehículos que transitan por este enclave estratégico entre Europa y África.
Las nuevas instalaciones buscan también adaptarse a las normativas internacionales en materia de control fronterizo, como el Código Internacional para la Protección de Buques e Instalaciones Portuarias (Código ISPS). Esta normativa obliga a las autoridades portuarias a facilitar al cuerpo policial los medios físicos y técnicos necesarios para el cumplimiento de sus funciones, en especial en puntos de entrada y salida del espacio Schengen.
Eficiencia, legalidad y condiciones dignas para los agentes
Además de ser una exigencia normativa, la instalación de estas cabinas responde a criterios de eficiencia operativa y dignidad laboral. Según fuentes policiales, hasta la fecha los agentes debían realizar sus tareas sin una infraestructura fija ni medios adecuados, lo que afectaba tanto a su rendimiento como a su seguridad.
Las nuevas cabinas permitirán establecer puestos de control fijos con condiciones de habitabilidad, aislamiento térmico y visibilidad en todas las direcciones, mejorando la vigilancia y supervisión del flujo de pasajeros. Se prevé también la integración futura de sistemas de control biométrico, por lo que las infraestructuras estarán preparadas para conectar con dispositivos como “quioscos” inteligentes.
El cuerpo policial podrá ejecutar funciones clave como el control documental de entrada y salida, la supervisión del embarque y desembarque y la prevención activa de incidentes, todo ello con recursos tecnológicos y espacios físicos conformes a las recomendaciones de seguridad nacional e internacional. En este sentido, se busca una sinergia efectiva entre seguridad y funcionalidad portuaria.
Diseño técnico de las cabinas: materiales y prestaciones
El proyecto contempla la instalación de dos cabinas simples y una cabina doble para el control de vehículos y pasajeros, además de dos cabinas documentales para el control a pie. Las cabinas estarán construidas en resina de poliéster reforzada con fibra de vidrio, y contarán con paneles tipo sándwich con aislamiento térmico y acabado interior en esmalte acrílico color marfil.
Los suelos estarán preparados para resistir la humedad mediante una estructura de tablero aglomerado antihumedad, barrera de vapor, capa bituminosa y aislamiento de poliestireno, con un acabado de vinilo antideslizante. La elección del color beige grafito para el exterior asegura una alta resistencia y bajo mantenimiento frente a condiciones marítimas.
Cada cabina contará con instalación eléctrica completa, incluyendo iluminación LED, magnetotérmico, diferencial y conducto de tierra. También se instalarán equipos de aire acondicionado de 3100 Kcal/h, mostradores internos de color haya, fijaciones al suelo y rotulación oficial de “Policía Nacional” y “Frontera” conforme al manual corporativo del Ministerio del Interior.
Cabinas simples, cabina doble y puestos de control a pie
Las cabinas simples tendrán unas dimensiones de 1,50 m x 2,20 m, mientras que la cabina doble alcanzará los 1,50 m x 4,20 m. Todas dispondrán de visibilidad perimetral mediante cristales securizados, puertas acristaladas con apertura exterior y ventanas correderas reforzadas con lámina de butiral para una mayor resistencia.
Estas estructuras permitirán a los agentes un seguimiento visual continuo del entorno, así como una respuesta más rápida ante cualquier anomalía. Su interior estará equipado con tableros de trabajo, escuadras de fijación, bases dobles eléctricas y mobiliario funcional adaptado al uso policial.
Por su parte, los puestos de control de pasajeros a pie tendrán una superficie de 3 x 2,70 metros y una altura de 2,55 metros, con un suelo técnico elevado 35 cm sobre el nivel del terminal. Están diseñadas para acoger a dos agentes por cabina, e incluyen mostradores frontales, cerramientos en acero inoxidable, vidrios laminados 6+6 mm y aberturas para el paso de documentación.
Preparadas para el futuro y para la protección de datos
Estas cabinas incluirán mobiliario auxiliar fabricado en tablero multicapa de alta presión, con esquinas redondeadas y repisas funcionales. El diseño ha sido cuidadosamente planificado para permitir futuras integraciones tecnológicas, como lectores biométricos, cámaras de reconocimiento facial o sistemas de escaneo automático de documentos.
Uno de los aspectos más cuidados en el diseño ha sido la protección visual de la información que manejan los agentes. Para ello, se emplearán vinilos especiales en los cristales laterales, que bloquean la visibilidad desde el exterior pero permiten a los agentes detectar movimientos anómalos desde el interior.
Cada cabina contará con espacios específicos para la instalación de redes eléctricas y de datos, garantizando una futura conexión con sistemas informáticos del Ministerio del Interior, sin necesidad de modificaciones estructurales. El cerramiento tipo U con esquinas curvas garantiza tanto la seguridad física como la eficiencia del espacio.
Seguridad reforzada para una frontera estratégica
Con este proyecto, Ceuta da un paso adelante en su estrategia de mejora de infraestructuras fronterizas, dotando a su estación marítima de instalaciones modernas, seguras y funcionales. En un contexto geoestratégico como el del Estrecho, donde confluyen intereses económicos, flujos migratorios y operativas de seguridad, la actuación tiene un carácter esencial.
La coordinación entre la Autoridad Portuaria, la Delegación del Gobierno y la Policía Nacional ha sido clave para diseñar un sistema de control coherente con los estándares europeos y adaptado a las condiciones locales. Las nuevas cabinas permitirán un control más riguroso y humano del tránsito, contribuyendo también a la imagen institucional de profesionalidad y orden en el puerto ceutí.
Así, Ceuta continúa avanzando hacia un modelo de gestión portuaria más moderno y seguro, donde el control fronterizo no sea un obstáculo, sino una garantía de eficiencia, legalidad y protección de los derechos de todos los usuarios del transporte marítimo.