Un total de 21 inmigrantes subsaharianos, argelinos y marroquíes ha partido este viernes a la Península tras permanecer en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de Ceuta. En el grupo se ha incluido a una familia además de componentes del colectivo LGTBIQ+ que parten a centros de Andalucía, Madrid, Cataluña y Comunidad Valenciana.
La salida ha vuelto a ser reducida, cumpliendo con las normas sanitarias establecidas en prevención de contagios de coronavirus y atendiendo al protocolo dispuesto en la propia estación marítima por la Autoridad Portuaria. Hasta el puerto han acudido no solo los protagonistas de esta salida sino también los amigos y demás compatriotas que esperan que llegue su momento para abandonar Ceuta.
La Delegación del Gobierno desbloqueó estos traslados después de la manifestación protagonizada por decenas de inmigrantes que protestaban por llevar más de un año en el centro, sin poder marchar a la Península. Cada semana se ha ido permitiendo una salida integrada en su mayoría por subsaharianos pero también por colectivos concretos de riesgo, haciendo prevalecer la marcha de familias o de solicitantes de asilo.
El CETI permanece por debajo de su capacidad debido a las nulas entradas por el vallado y al cierre de la frontera del Tarajal. Los marroquíes que sí llegan a nado no tienen plaza en el centro que esta misma semana confirmaba que mantendría su aforo en no más de 300 personas para conseguir el cumplimiento de las medidas sanitarias establecidas.
En el centro del Jaral prevalece la ocupación de subsaharianos, mientras que la segunda nacionalidad de residentes es la de los argelinos, llegados en goteo sobre todo con documentación falsa cruzando el Tarajal cuando funcionaba como puerta de pase para todo y todos hasta su cierre, el pasado 13 de marzo.
Ahora se abre una nueva oportunidad para los protagonistas de esta historia, la de integrarse en la Península teniendo de apoyo inicial a las distintas oenegés que facilitarán su incursión al otro lado del Estrecho.
Lo que exportamos a España.
Poca vergüenza de pais,,, ahora a vender gafas falsas sin pagar impuestos y trozos de hachis por los parques,,, así nos irá