Trabajar de cara al público no siempre es agradable. Si a eso se suma un contexto que propicia tensión, como lo es estar enfermo, el día a día puede ser más difícil de sobrellevar. Fruto de esos escenarios se producen en ocasiones agresiones. Los sanitarios de Ceuta saben de buena tinta que pueden toparse con este problema.
Las emociones a veces no responden a una respuesta comedida. Los pacientes pueden perder los estribos hasta, desafortunadamente, atacar de una forma u otra a la persona que lo atiende.
Los últimos datos reflejan que doce profesionales se vieron en esta tesitura en Ceuta. Muchas de estas agresiones se dieron en centros de salud de atención primaria con una especial incidencia en el clínico de Otero.
Jornadas
La necesidad de informar para saber cómo proceder y actuar ante una circunstancia similar ha llevado a la organización de unas jornadas para divulgar conocimientos útiles. Así, este martes, miércoles y jueves el personal del área de salud local podrá participar en estas conferencias.
La Policía Nacional es la encargada de trasladar este saber. A través de los agentes podrán saber de qué recursos disponen, cuáles son las mejores reacciones una vez que se da una agresión o qué hacer cuando ya esta ha terminado.
El objetivo de esta actividad es tratar de prevenir que ocurran estos hechos y al mismo tiempo dotar de herramientas a todos los sanitarios que forman parte de la asistencia en la ciudad
Apoyo
Al acto inaugural han acudido Cristina Pérez, delegada del Gobierno y Jesús Lopera, director territorial de Ingesa en Ceuta. Ambos han remarcado la importancia de llevar a cabo este tipo de eventos y la necesidad de disminuir estos sucesos.
“Desde esta institución queremos mostrar nuestro total apoyo a los sanitarios que tan buena labor desempeñan dentro de sus funciones”, ha mencionado. “Por supuesto desde aquí les brindamos toda la protección que merecen”, ha comentado.
Ha lamentado que aún tengan lugar agresiones y ha enfatizado que estos actos como el de este martes no serían necesarios de no darse. “Es cierto que no es un número elevado a nivel local, pero con que se produzca una sola la Administración debe intervenir para salvaguardarlos”.
Doce casos
La pretensión final de esta propuesta no es otra que la de reducir a cero las doce agresiones que han tenido lugar en diferentes centros. Estas las han sufrido en su mayoría médicos.
Sin embargo, habría que tener en cuenta más datos de los recientemente recopilados. Un estudio elaborado por sanitarias del HUCE señaló que fundamentalmente los ataques se dan en servicios de urgencias. El perfil más predominante es el de la mujer enfermera.
El análisis valoró 67 intimidaciones y recopiló las consecuencias psicológicas de las mismas. Gran parte de los afectados por agresiones se ven expuestos, sobre todo, a padecer crisis de ansiedad, en concreto, el 54%. A este efecto le siguen el desarrollo de estrés postraumático, un 31%, e insomnio, con un 8%.
Bajas
El 46% de los profesionales recurre a una incapacidad temporal de una media de 36 días y que, según el caso, ronda desde los dos hasta los 168.Fundamentalmente los ataques son verbales, un 42%, aunque el porcentaje no dista mucho de las físicas, que acumulan un 33%. Las menos habituales son las que mezclan ambas formas de intimidación con un 25%.
Las estadísticas reflejadas en este escrito deben ser tenidas en cuenta para analizar el trasfondo de estos casos y para conocer la dimensión de una problemática que cada vez más sale a flote en la opinión pública.
El sector está concienciado sobre esta realidad y muestra su preocupación cuando salen a la luz agresiones hacia profesionales. La otra cara de la moneda son los propios usuarios.