El Papa Francisco, que falleció el pasado 21 de abril a los 88 años tras una larga enfermedad, ha activado el protocolo vaticano para su funeral y la elección de su sucesor.. Su muerte ha conmovido a toda Ceuta.
La noticia de su fallecimiento ha causado una profunda conmoción en todo el mundo. Miles de fieles ya han comenzado a acercarse al Vaticano para rendir homenaje a un Papa que marcó un antes y un después en el siglo XXI.
La muerte de Francisco fue causada por un ictus cerebral que le causó un coma y un fallo cardiocirculatorio irreversible, según informó el Vaticano en su parte de defunción.
El documento, firmado por el director de Sanidad e Higiene del Estado de la Ciudad del Vaticano, Andrea Arcangeli, certifica que la muerte se produjo a las 7:35 horas del 21 de abril en su apartamento, la residencia vaticana Casa Santa Marta.
Un funeral más sencillo
Francisco, cuyo nombre real era Jorge Mario Bergoglio, dejó claro en vida que no quería un funeral ostentoso. Fiel a su estilo humilde, pidió que su despedida fuera "sobria", sin grandes honores ni privilegios excepcionales.
El cuerpo del pontífice será velado en la Basílica de San Pedro durante varios días, donde miles de personas podrán acercarse a despedirse. Se espera una afluencia masiva de fieles, autoridades religiosas y líderes políticos de todo el mundo.
La misa funeral se celebrará en la Plaza de San Pedro entre el viernes 25 y el domingo 27 de abril, y estará presidida por el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, como establece el protocolo en estos casos.
Será enterrado fuera del Vaticano
Otra de las decisiones que sorprendió fue su voluntad de no ser enterrado en las grutas vaticanas, donde descansan la mayoría de los pontífices. Francisco expresó su deseo de ser sepultado en la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma, una de sus iglesias favoritas y símbolo de su devoción mariana.
Allí, sus restos descansarán junto a los de otros santos y mártires, en un lugar más accesible para los fieles. Una elección que refuerza su legado de cercanía con el pueblo.
El proceso del cónclave
Con el fallecimiento del Papa, la Iglesia entra en un período conocido como 'sede vacante'. Esto significa que no hay Papa, y la administración ordinaria queda a cargo del cardenal camarlengo, Kevin Farrell.
El paso siguiente es la convocatoria del cónclave, en el que los cardenales menores de 80 años se reunirán en la Capilla Sixtina. En esta ocasión, serán 135 los cardenales con derecho a voto.
Las votaciones se realizarán en secreto, hasta cuatro veces al día. Se necesita una mayoría de dos tercios para elegir al nuevo pontífice. La 'fumata blanca' anunciará al mundo la elección del nuevo sucesor de Pedro.
¿Quién podría ser el próximo Papa?
El fallecimiento del Papa Francisco ha reabierto el debate sobre quién podría ser su sucesor. Entre los cardenales electores destacan perfiles muy diversos. Estos son los 12 nombres más mencionados:
Pietro Parolin (Italia, 70 años): actual secretario de Estado del Vaticano. Es un perfil diplomático, con gran experiencia y capacidad de diálogo.
Luis Antonio Tagle (Filipinas, 67 años): figura muy cercana al estilo de Francisco, carismático y popular, especialmente en Asia.
Robert Sarah (Guinea, 79 años): conocido por sus posturas tradicionales y conservadoras, es muy respetado en sectores más clásicos de la Iglesia.
Matteo Zuppi (Italia, 69 años): presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, comprometido con los más vulnerables y cercano a los movimientos sociales.
Pierbattista Pizzaballa (Italia, 59 años): patriarca latino de Jerusalén, con gran trayectoria en Tierra Santa y en el diálogo con otras religiones.
Péter Erdő (Hungría, 72 años): arzobispo de Esztergom-Budapest, teólogo riguroso y figura destacada del catolicismo europeo.
Charles Maung Bo (Myanmar, 76 años): defensor de la libertad religiosa y de los derechos humanos en contextos difíciles, como el de su país.
Jean-Marc Aveline (Francia, 66 años): arzobispo de Marsella, fuerte impulsor del entendimiento entre culturas y religiones en el Mediterráneo.
Malcolm Ranjith (Sri Lanka, 77 años): arzobispo de Colombo, con una visión firme de la doctrina, ha criticado algunas reformas del papa Francisco.
Willem Eijk (Países Bajos, 72 años): arzobispo de Utrecht, conocido por su enfoque doctrinal y conservador, es experto en bioética.
Anders Arborelius (Suecia, 75 años): primer cardenal sueco, converso al catolicismo, representa la apertura del Vaticano al norte de Europa.
Fridolin Ambongo Besungu (República Democrática del Congo, 65 años): arzobispo de Kinshasa, defensor del medio ambiente y de la justicia social en África.
El legado de Francisco
Francisco fue elegido en 2013 como el primer Papa de América Latina. Durante 12 años, trabajó por una Iglesia más humilde, comprometida con los pobres y preocupada por el medio ambiente.
Promovió el diálogo interreligioso, enfrentó con firmeza los abusos sexuales y modernizó aspectos internos del Vaticano. Su estilo fue directo, sencillo y cercano a la gente, lo que lo convirtió en una figura querida incluso fuera del ámbito religioso.
Un nuevo capítulo en la historia de la Iglesia
Mientras el mundo despide a Francisco, la Iglesia se prepara para una nueva etapa. El próximo Papa heredará una comunidad global con grandes retos, pero también con una huella profunda que dejó un pontífice que quiso construir puentes y no muros.
Con su entierro y el inicio del cónclave, comienza un momento histórico que marcará el futuro del catolicismo en el siglo XXI.
HA SIDO Y CREO Y ESTOY CONVENCIDO QUE HA SIDO DE LOS MEJORES POR NO DECIR EL NUMERO 1 EN SU ETAPA.