El general Miguel Ángel Ballesteros, director del Departamento de Seguridad Nacional entre 2018 y 2023, ha avalado la estrategia seguida en España y en territorios como Ceuta de detener a las personas que comienzan a radicalizarse en el yihadismo sin esperar a que se hagan con armas o explosivos que sirvan de pruebas para condenarlas a más años de cárcel.
Miguel Ángel Ballesteros ha pronunciado este lunes en San Lorenzo de El Escorial (Madrid) la conferencia inaugural del curso de verano de la Universidad Complutense 'Retos actuales en la lucha contra el terrorismo y en la solidaridad con las víctimas', organizada por la Fundación Víctimas del Terrorismo, según ha publicado EFE.

"Sigue habiendo muchos atentados en el mundo pero en España afortunadamente menos porque se sigue una política de lucha contra el terrorismo en mi opinión muy acertada", ha comentado el general Ballesteros.
En este sentido se ha referido a que "cuando se detecta a una persona radicalizada se la detiene en vez de esperar a que tenga explosivos y armas y entonces llevarle ante el juez con un montón de pruebas para que le metan un largo periodo en la cárcel".
El exresponsable del Departamento de Seguridad Nacional ha destacado que "de hecho en España hay muchas más detenciones que en el resto de Europa" y ha llamado la atención de que "a muchos de los detenidos habría que tratarlos psicológica o psiquiátricamente".
Ha recalcado que en la actualidad el principal problema de seguridad lo constituye el terrorismo yihadista "y en España lo tenemos muy cerca".

Amenaza creciente en el Sahel y su impacto en España
Según lo informado en EFE, el general Ballesteros ha explicado que los mayores grupos de terroristas están en el Sahel occidental, en la denominada triple frontera, que es la que hay entre Burkina Faso, Níger y Mali, con una estimación de entre 7.000 y 9.000 efectivos.
"El Sahel occidental es una zona que consideramos nuestra frontera de seguridad y si eso le llega a Marruecos no va a poder acabar conteniendo esa avalancha de terrorismo y nos acabará llegando a nosotros", ha advertido.
Además ha recordado que "los grupos terroristas utilizan el crimen organizado, el tráfico de personas y el tráfico de drogas, lo que para España es motivo de preocupación esa zona está muy cerca" y la situación se ha complicado al abandonar los países de la Unión Europea sus misiones en la misma.
"Otra preocupación es que los terroristas se hagan con tecnología, con drones, que son muy baratos, y con misiles", ha indicado Ballesteros.
Terrorismo: "una amenazada híbrida"
No obstante ha aclarado que "el terrorismo es una amenaza híbrida" y ha considerado fundamental "combatir las narrativas de los terroristas, incluidas las de organizaciones que se han disuelto como ETA". "Si justificamos eso terminamos dando alas a nuevos terrorismos", ha apuntado.
Al respecto ha incidido en que "los yihadistas son unos maestros de las narrativas y muy buenos publicistas".

Unidad política y apoyo a las víctimas
El general Ballesteros opina que "en España estamos bien orientados y lo que hace falta es que no vuelva a haber división política y que se refuerce la cohesión hacia las víctimas".
"Al terrorista hay que disuadirle, hay que decirle que no vale la pena que cometa ningún atentado y la disuasión tiene éxito el día que su organización llega a la conclusión de que no va a lograr nada, y ese es el caso de ETA", ha puesto de manifiesto.
El valor de la memoria y la cultura
En el acto de inauguración del curso, el presidente de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Juan Benito Valenciano, ha destacado que "una sociedad que olvida, que minimiza el daño causado o que trivializa la violencia corre el riesgo de volver a recorrer caminos que creíamos ya superados".
También ha participado María Luisa Gutiérrez, productora de 'La infiltrada', ganadora este año del Goya a la mejor película española.
María Luisa Gutiérrez ha dicho que para ella lo más importante de la película es que ha provocado que se vuelva a hablar de ETA "para que no se olvide este periodo de la historia" sobre todo por los más jóvenes y que se cuenta desde el punto de vista de las Fuerzas de Seguridad, y ha adelantado que tiene en proyecto "varias historias que pretenden seguir poniendo el foco en aquellos años".







A veces, hay mandos que por muchas estrellas, carecen de sentido común y de formación especializada para llegar a estas conclusiones, sabiendo de antemano que esatmos en un sistema judicial en el que pone el acento en la presunción de inocencia, y en no realizar detenciones con criterios raciales o culturales, intentando emular a las dicturas más represivas de latinoamérica como lo fueron en Chile o en Argentina.
Ni con Franco se persiguió al moro como se está haciendo en la actualidad; al contrario, se le respetó aunque no se le dio las oportunidades académicas, sociales, económicas,...que se merecían.
Si "los yihadistas son unos maestros de las narrativas y muy buenos publicistas", imagínese el lugar que ocupan los sionistas con sus discursos xenófobos, racistas y antisemitas, y nadie de la cúpula militar tiene albaidas de pronunciarse.
Otra cosa bien distinta, es que una vez detenido el terrorista por afinidades religiosas (católicas, islámicas, judías,...) sea derivado a un centro de destoxicación mental y conductual, lo que exige un personal altamente cualificado para obtener el cambio positivo, ya que este tipo de terroristas estan fuertemente condicionados por una narrativa muy asentada a nivel mental y emocional, e incluso para ellos, es un deber acabar con el infiel, al igual que está pasando con las tropas israelíes que no tienen compasión por nadie; para ellos son órdenes divinas, y hay que tratarlos como víctimas de una secta.
Entonces que hay que hacer detenciones sin ningún tipo de indicios mínimos?
Es Grave la cosa