Ceuta tiene que estar orgullosa de ser lo que es sin complejos, evitando las críticas malintencionadas e insanas de algunos. Ceuta es multicultural y como tal supone un lugar ejemplar en el que aprender la cultura de los demás. Con esa capacidad se nace a sabiendas de que nada se impone, se viven con normalidad las fiestas y tradiciones de unos y de otros. Precisamente en eso radica la riqueza de Ceuta, bien alejada del recelo o lo anómalo que algunos quieren imponer para generar tensiones.
En el Día de las Lenguas Maternas la Ciudad lo que hace es mostrar orgullosa lo que tiene mediante talleres y actividades para que desde el camino de la educación se aprenda a seguir viviendo en el respeto.
Hay que trabajar mucho y de forma constante en visibilizar lo que es Ceuta, en conseguir mayor comunicación y conocimiento para que se forme una dura costra ante las adversidades y presiones que solo buscan romper la convivencia.
La Ciudad Autónoma debería trabajar en visibilizar, más aún de lo que ya lo hace, este tipo de actos para llegar a más gente, para extenderlos en el tiemo, para conseguir una mayor implantación porque de ello depende muy mucho el desarrollo de nuestra sociedad y la manera en que se pueden encajar los golpes bajos de los que solo se centran en la tensión y, siendo claros, en el odio.
Las lenguas maternas son un orgullo para esta tierra rica en cultura y que debe seguir siendo más rica aún en conocimiento y aprendizaje para avanzar en el respeto.