Los trabajos de la segunda fase de ampliación del cementerio de Sidi Embarek, en Ceuta, dieron comienzo el pasado mes de julio. En apenas 3 meses, los avances no se aprecian lo que supone que los trabajos estén yendo más lento de lo esperado.
La dificultad del terreno está siendo uno de los grandes inconvenientes y, por eso, los operarios de la UTE formada por Dragados y Africana de Contratas y Construcciones están viendo como los trabajos en la parte oeste del cementerio musulmán se están convirtiendo en una auténtica odisea.
Eso sí, una vez que puedan escurrir este gran escollo, los trabajos podrán realizarse con mayor celeridad para intentar cumplir con los plazos establecidos y sobre todo aliviar el gran problema con el que se encuentran los musulmanes.
Es necesario, una vez que se consiga ganar el terreno a la montaña, poder alinear la zona ya que se encuentra con diferentes desniveles.
Unas obras que el Ejecutivo se ha marcado en rojo ya que son trabajos muy necesarios por la falta de espacio con la que cuenta ya este cementerio. Se trata de unas actuaciones que tienen un coste de 1.500.805,69 euros.
El contexto general inflacionista ha obligado a la administración local a reservar unos 400.000 euros este año y 1,1 millones, en total casi un 50% por encima del presupuesto inicial para poner en marcha una actuación que se extenderá sobre más de 4.000 metros cuadrados de superficie.
El proyecto prevé para la plataforma superior situada al norte del vial, con una superficie bruta de 1.902 metros cuadrados, la habilitación de hasta 460 tumbas con dos conjuntos lineales compuestos cada uno de siete bancos flanqueados por naranjos, jardineras y luminarias sobre pedestal con espacio para colocar un mosaico cerámico de motivo religioso en su base.
Un proyecto de envergadura
En las cuatro plataformas escalonadas inferiores que se ubican al sur (cuyo ámbito total alcanza los 1.380 metros cuadrados con espacio para unas 367 tumbas), el concepto será “algo más austero” por la necesidad de “optimizar el espacio destinado a los enterramientos”, explica el documento.
Así, contempla las mismas luminarias autónomas, pero ancladas en la coronación de los muros de borde, además de las fuentes y papeleras que también se reparten en las dos franjas de la plataforma superior completando la dotación de mobiliario urbano.
Cuando se ejecute esta segunda fase va a ser preciso que la Ciudad se plantee “liberar de ocupantes los terrenos de propiedad municipal ubicados por encima de la actual ampliación para prever el desarrollo de futuras áreas de enterramiento sin olvidar la conexión ulterior del eje viario con la calle Soldado del Valle Almazán para propiciar el tránsito del cortejo fúnebre por un camino pavimentado”.