Con emoción y aplausos, los trabajadores del grupo empresarial liderado por la familia Castillo han despedido este sábado en Ceuta a Francisco Quirós Román, un hombre que, a sus 64 años, pone punto y final a una trayectoria laboral marcada por la honestidad, el compromiso y una profesionalidad ejemplar.
La celebración, organizada con todo el cariño por sus compañeros de BigMat Ceuta, ha reunido a unos 18 trabajadores que no quisieron perder la oportunidad de rendir homenaje a quien ha sido mucho más que un compañero: una pieza clave dentro del grupo de empresas y, sobre todo, parte de la familia que se ha creado.
Sus inicios
Francisco comenzó su andadura hace más de dos décadas en el Grupo Hoarce, una de las empresas dirigidas por la familia Castillo. Allí trabajó como conductor de hormigoneras, dando los primeros pasos de una carrera que poco a poco le iría ganando el reconocimiento de todos.
Al cabo de unos años, se trasladó a Cemento y Materiales de Construcción, más conocida como Cemacon, donde siguió ejerciendo como chófer de camiones antes de asumir, con el paso del tiempo, el cargo de encargado.
“Empecé en la empresa creyendo que estaría un mes y sin darme cuenta he vivido dentro de ella 28 años”, cuenta Francisco.
Este buen hombre, considerado así por sus compañeros, se ha sorprendido muy gratamente con la fiesta preparada en su nombre. “No me lo esperaba para nada, creía que venía a comer con mi mujer y mi hijo”, comentaba entre risas.
Una trayectoria impecable
“Ha sido una persona muy válida para la empresa. Totalmente entregado, con una profesionalidad impecable y siempre dispuesto a ayudar”, relatan con cariño los propietarios del grupo empresarial, Francisco, Pedro, Maribel y Rafael Castillo.
“Francisco ha sido de los mejores compañeros que hemos tenido, sin duda. Es de esas personas que pasan desapercibidas, pero cuya ausencia se hace notar profundamente”, trasladaban sus compañeros.
Desde su posición como encargado en Cemacon, Francisco se ganó el respeto y el aprecio tanto de clientes como de compañeros. Todos coinciden en destacar tres cualidades que lo definen: honestidad, honradez y humildad.
Una memoria prodigiosa
También sobresale su prodigiosa memoria, un don que le ha permitido recordar con precisión asombrosos detalles de productos, pedidos y procedimientos, convirtiéndose así en un referente para todos.
“Francisco tenía todo en la cabeza. No necesitaba consultar nada, se lo sabía todo al dedillo”, comentaba con ternura Pedro Castillo durante la comida homenaje.
Una despedida llena de cariño
La fiesta, celebrada en un ambiente familiar y emotivo, fue toda una sorpresa para el homenajeado. Durante la comida se le entregaron varios obsequios en señal de agradecimiento y reconocimiento por todos estos años de dedicación. Y, como no podía ser de otra manera, la jornada ha continuado por la tarde con música, brindis y muchas anécdotas compartidas.
Una de las dueñas del grupo, Maribel Castillo, también ha querido destacar el ambiente de unidad que caracteriza a sus empresas: “Esto es como una familia. Siempre hemos estado unidos, tanto los dueños como los trabajadores. Francisco ha sido parte de esa unión durante más de 25 años”.
Un nuevo capítulo por comenzar
El propio Francisco también ha tomado la palabra para agradecer el cariño recibido a lo largo de su carrera.
Visiblemente emocionado, afirmó sentirse afortunado de haber formado parte de una empresa en la que se ha sentido en casa. “Aquí he vivido muchos años de mi vida. Esto es como una familia”, expresó.
Sobre su futuro inmediato, Francisco ha compartido que piensa dedicar su merecida jubilación a disfrutar de los viajes, y no pierde el tiempo, pues ya tiene uno en mente para vivirlo junto a su esposa.
El vacío que deja Francisco no será fácil de llenar, pero su legado permanecerá vivo en cada rincón del Grupo Hoarce y en el corazón de quienes han tenido la suerte de compartir jornada con él. Un trabajador ejemplar, sí, pero sobre todo, una gran persona.
Desde BigMat y todo el grupo empresarial, solo quedaba una cosa por decir: gracias, Francisco, y feliz jubilación.
Me alegro mucho. Eres una gran persona