Fina Castillo fue la primera jefa que estuvo al frente de la Administración de Servicios Sociales de Ceuta, desde que estos pasaran a disposición de los Ayuntamientos. Ahora, tras 41 años de servicio, se despide y sus compañeros han querido brindarle un homenaje por tantos años de entrega a los demás.
Castillo comenzó en el Ayuntamiento en el año 1984, cuando aun los Servicios Sociales no eran una competencia del Ayuntamiento. A través de la “la ley de base de régimen local”, según ha compartido la propia Fina Castillo, las poblaciones de más de 20.000 habitantes tenían obligatoriedad de crearlos, y así fue como Fina tomó las riendas.
La primera jefa
Ella fue la primera jefa junto a Marina Nieto. La propia Castillo se ha definido como una persona a la que siempre le ha motivado trabajar en servicio de los demás. “Ha sido una cuestión muy vocacional”, dice sobre su trabajo.
Ha continuado expresando que durante toda su trayectoria profesional ha intentado “hacerlo lo mejor posible”, ha intentado que “las cosas cambiaran un poquito y que los usuarios tuviesen un derecho subjetivo y la oportunidad de normalizar su situación”.
41 años de andadura
“Somos un agente de cambio e intentamos acompañar en todo el proceso a las personas para que se normalice su situación, ya sea económica o familiar”, relata.
Esta andadura de 41 años en los Servicios sociales de Ceuta ha llenado de felicidad a Castillo, quien asegura irse “con mucha tristeza” refiriéndose a lo mucho que echará de menos su trabajo debido a su condición “vocacional”.
En cuanto al calor que ha sentido día a día por sus compañeros, se ha referido a la gran sorpresa que le han preparado para dejar constancia de lo muy orgullosa que está de esta familia profesional.
Una fiesta sorpresa
Aunque “no es fácil trabajar todos los días con problemas de los demás”, pues al llegar a casa la preocupación procedente de “una familia desestructurada o con problemas económicos se vuelve propia”, esta mujer querida por todos asegura que tiene un equipo “muy bueno que se implica al máximo”.
Fina Castillo esperaba una despedida, pero no de las dimensiones de la que ha sido protagonista. En uno de los salones del cielo que está dotado de terraza con vistas a la península, todos sus compañeros han preparado una tierna despedida con catering, mesa de chuches y un mensaje de agradecimiento a Fina por todos sus años de entrega y cuidados.
Numerosos obsequios
La que ha sido jefa de los Servicios Sociales durante 41 años ha recibido una amplia lista de obsequios, entre ellos, unos pendientes con un colgante a juego, una agenda, un bolígrafo, una caja de bombones, un ramo de flores y “muchas cositas que agradezco mucho”, ha trasladado.
“Pero sobre todo, el regalo que me llego es el cariño de todos ellos”, ha agregado Fina.
Ahora, tras toda una vida de trabajo, toca desprenderse de esta obligación y comenzar una nueva vida. Esta podría estar cargada de lectura y escritura para Fina, aunque todavía tiene que reestructurar sus pensamientos para plantearse una nueva vida lejos de los Servicios Sociales.
Probablemente, dada la vocación que siente por su trabajo, se ofrezca voluntaria en alguna ONG para seguir sirviendo a los demás.
En el corazón
“Llevo a todos mis compañeros en el corazón porque es un equipo muy grande y muy profesional, que es lo importante”, ha concluido Fina. Quienes conocen a Fina saben cuanto pierden lo Servicios Sociales con su marcha.
Según ha indicado Naima Driss, compañera durante 25 años, “desde el primer momento” encontró en Fina “apoyo, comprensión, enseñanzas y directrices en el trabajo. Ha sido mi amiga, mi maestra, lo ha sido todo y gracias a ella tenemos los Servicios Sociales que tenemos, porque ella los ha luchado”.
Una jefa con empatía
Nuria Ayala, por su parte, ha resaltado de Fina Castillo ser “una jefa con mucha empatía que es lo que se necesita”. Según Ayala, “no hay persona que haya ido a pedir ayuda, aunque esa ayuda haya sido denegada por algún motivo, siempre ha buscado la forma de buscar solución al problema”.
Castillo ha ayudado mucho y “como jefa es muy querida”. “Mira como estamos, somos un equipo de 80 personas y estamos aquí casi todos, eso es porque la queremos mucho”, finaliza Ayala.
Una tierna y cálida despedida
La consejera de Sanidad y Servicios Sociales, Nabila Benzina, también ha sido invitada al acto y ha mostrado un gran calor y cercanía a Castillo.
Una de las compañeras de Fina, quien sufre esclerosis múltiple, ha hecho un gran esfuerzo por estar en su despedida, lo que connota lo querida y arropada que está Fina en su ámbito laboral.
El 16 de mayo siempre será recordado por Fina Castillo como el día en el que su familia profesional le brindó la más tierna y cálida despedida tras años de entrega, sacrificio y servicio al prójimo.
Durante toda la tarde el plan es continuar bailando, riendo y degustando la deliciosa comida y unas copas. Sin duda alguna, Fina Castillo siempre formará parte de los Servicios Sociales.