Una trabajadora del CETI, jefa de cocina del centro, ha denunciado en la Guardia Civil la deleznable situación que se ha vivido hoy en el centro de estancia temporal de inmigrantes de Ceuta cuando, tal y como ha expuesto en la denuncia presentada en la Comandancia, una vigilante de seguridad ha atropellado intencionadamente a uno de los gatos de la colonia que ahí habita o, al menos, no ha puesto medios para evitar el suceso que ha terminado con la vida del animal de dos años.
La denunciante ha formalizado la denuncia ante la Guardia Civil por un supuesto delito de maltrato animal. En la misma indica que trabaja “en el CETI y que sobre las 14:00 horas de este lunes, cuando se encontraba trabajando, observó cómo una vigilante de seguridad de dicho centro, tras haber finalizado su turno de trabajo y ser relevada por su compañero, se marchó en su vehículo, momento en el que atropelló a una gata joven de unos dos años de edad y no hizo nada por intentar evitarlo”, explica Pepi García.
Dicha gata quedó moribunda y minutos después murió. La denunciante también ha recogido en esta denuncia que, “acto seguido”, dicha vigilante “se asomó por la ventanilla de su coche manifestando: ‘esto pasa por tener tantos gatos”, marchándose del lugar “sin más”.
Expone una situación previa a este suceso, que podría ser un acto provocado por el propio recelo de la denunciada hacia estos animales.
“Antes, en el comedor, dicha vigilante vio un gato que estaba en la puerta y sacó la porra acercándose al animal, si bien no llegó a golpearlo, puesto que el mismo salió huyendo y, a continuación, le dio una patada a la comida que había en el suelo, la cual es para los gatos”, se relata en la denuncia.
Testigos del atropello
La denunciante ha sido testigo del atropello al animal sobre el que no se ha puesto ningún tipo de impedimento para evitar su destino fatal y señala que otros trabajadores del centro también lo han presenciado, para fundamentar su denuncia.
Según ha transmitido, la vigilante ha protestado por la presencia de los gatos en el CETI en reiteradas ocasiones, mostrando sin tapujos su rechazo a estos animales.
En el centro, desde hace varios años y previa a la incorporación de esta trabajadora, habita una colonia de gatos que es mantenida por varios trabajadores del CETI, quienes corren con los gastos de veterinario y se ocupan de la alimentación y cuidado de los mismos.
Expone García que la vigilante presenta una actitud agresiva frente a los cuidados que los trabajadores ofrecen a la colonia de gatos, que no son considerados callejeros si no mascotas del centro, como la gatita llamada “mi niña” atropellada hoy a mediodía.
No le caben dudas de que este atropello ha podido ser una represalia contra ella por una discusión previa mantenida en el comedor tras derribar de una patada la comida destinada a estos animales en la puerta (no en el interior) del mismo.
“Mi niña”, una gata muy especial
Según la denunciante, la vigilante no se ha preocupado por el estado del animal tras pasarle el coche por encima y terminar con su vida.
Se encuentra en estado de “shock” tras el suceso vivido. “Solo pienso en cómo me voy a sentir cuando llegue a las 06:30 horas a trabajar como todos los días y no vea a “mi niña”, ha trasladado.
“Mi niña” era una gatita especial porque presentaba problemas para tragar debido a un exceso de mucosidad que le impedía comer cualquier alimento. Esta mujer acompañaba a la gatita hasta que se terminaba su comida para asegurarse de que la ingería, un hecho que ya no volverá a vivir.
Además, esta gata de dos años era la tercera de dos hermanas más que en conjunto eran conocidas como “las tres Marías”. Este atropello inhumano ha dejado al grupo con solo dos de ellas.
“Siento indignación por la maldad que puede presentar el ser humano con seres indefensos”, ha lamentado.
La mujer se ha mostrado muy afectada por la pérdida del animal, con el que ha compartido varios momentos y a la que consideraba como su propia mascota.
Espera que a la denunciada “se le quiten las ganas de hacer daño a los gatos” tras la denuncia interpuesta en la Guardia Civil y a la que tendrá que hacer frente la vigilante de seguridad del CETI.
La denunciada deberá responder ante la Ley de Bienestar Animal, pudiendo ser acusada de un delito grave que podría tener como sanción una alta cifra económica.
Estamos perdiendo el norte, los gatos asilveatrados van a ser los responsables, bueno nosotros, de la extinción de más de 1.000 especies, extinción por parte del gato común. Ya lo ha hecho en Australia, de mas de un numero indeterminado de pequeños mamíferos, no entiendo esa sensibilización de una sociedad enfermiza que humaniza a las mascotas abandonadas a su suerte y es incapaz de proteger especies en peligro de extinción, me parce ridículo, hasta el extremo de denunciar a alguien que habrá atropellado a un gato accidentalmente. Saldrán defensores de los gatos, las especies en peligro de extinción saldrán dentro de unos años, los animales domésticos, lo dice su palabra domésticos.
Ridículo es su comentario que no viene a cuento.
Los humanos nos extinguiremos antes con gente como usted