El accidente de un guardia civil del Servicio Marítimo de Ceuta mientras se encontraba de misión en Mauritania reabre el debate sobre las condiciones de seguridad que definen los trabajos desempeñados en este tipo de expediciones y la debilidad en el cumplimiento de las medidas mínimas en materia de riesgos laborales.
El agente tuvo que ser evacuado al hospital Gómez Ulla en un avión medicalizado después de sufrir una descarga eléctrica y caer de un andamio oxidado, cuyo estado de seguridad evidencia un total abandono.
La protección individual que debe estar garantizada con equipos de protección (EPI) ha sido reclamada por los agentes, pero no se cumple.
Descarga eléctrica, caída y lesiones
En este accidente en concreto, el componente del Instituto Armado estaba sobre un andamio y cayó tras haber recibido una descarga eléctrica, tal y como confirmaron a este periódico fuentes oficiales.
Sufrió varias lesiones que motivaron su evacuación e ingreso directo en el hospital.
El accidente se produjo mientras realizaba labores de reparación de un motor de una embarcación varada. El escenario en el que tuvo lugar el siniestro ofrece garantías de todo menos de seguridad.
En el suelo quedaban restos de sangre y se han tomado fotografías ya que se tendrá que abrir la oportuna investigación sobre lo acontecido.
Control y medidas de seguridad
Fuentes consultadas por El Faro de Ceuta ponen en el punto de mira precisamente la ausencia de medidas que garanticen la integridad de los agentes en este tipo de misiones, así como la nula supervisión que estaría haciendo la Dirección General de la Guardia Civil sobre las entidades o empresas encargadas de mantener las embarcaciones para evitar accidentes de este tipo.
El guardia civil, perteneciente a la Unidad del Servicio Marítimo Provincial de Ceuta, sufrió una caída de una altura estimada de dos metros, golpeándose distintas partes del cuerpo como el costado y la cabeza.
Se procedió a localizar el origen de las, al menos, dos descargas que se produjeron para, una vez evitados los riesgos, poder auxiliar al agente que presentaba una herida en la cabeza, además de varias costillas rotas.
Misiones de la Guardia Civil
Componentes del Instituto Armado de Ceuta participan en misiones en África coordinadas por la Dirección General de la Guardia Civil, en concreto en zonas como Mauritania o Senegal.
Son países que habitualmente cuentan con destacamentos de manera eventual de la Benemérita tanto en Servicio Marítimo como aéreo, al objeto de prestar apoyos en la lucha contra el crimen organizado, el contrabando o la inmigración irregular.
El agente herido estaba de misión en una de estas operativas que coordina el Instituto Armado contando con personal de las comandancias. En concreto en Mauritania la Guardia Civil dispone de efectivos en destacamentos marítimos, aéreos y terrestres con patrulleras, vehículos y helicóptero.
Crisis de los cayucos
La presencia de los agentes de la Guardia Civil en este país africano se hizo más importante con motivo de la llamada crisis de los cayucos, ofreciendo una colaboración clave en la lucha contra las organizaciones dedicadas al tráfico de personas.
Además de formar a agentes, han sido determinantes a la hora de poner en marcha sistemas al estilo del SIVE. Supone el ejemplo de la cooperación de España para reforzar las políticas migratorias que afectan sobre todo a la ruta canaria.
El propio Ministerio del Interior valoraba recientemente la valía de esa cooperación, poniendo en valor el despliegue de efectivos policiales sobre el terreno y también los medios para combatir la inmigración irregular y otros desafíos relacionados con el crimen organizado, entre ellos patrulleras, helicópteros e incluso un avión de vigilancia y un buque oceánico.
De lo que no se informa de manera oficial es de las garantías en materia de seguridad que se dan en este tipo de expediciones en el extranjero que ahora son cuestionadas por accidentes de este tipo.