La Biblioteca Pública del Estado Adolfo Suárez de Ceuta ha acogido durante la mañana de este jueves la segunda parte de las II Jornadas de Formación y Debate sobre Violencia Sexual, dirigidas a profesionales de la ciudad autónoma que quieran especializarse en este ámbito, aunque abiertas a toda la ciudadanía.
El divulgador de masculinidades y educación sexual Raúl Macías ha ofrecido una ponencia sobre cómo se debería transformar el papel de los hombres y la idea de la masculinidad y de qué manera dejar de relacionarla con paradigmas como el uso de la fuerza, los vínculos emocionales o no conectar con ciertas actitudes de buen trato. En definitiva, del papel que tienen los varones en intentar transformar esta sociedad y cómo cambiar sus relaciones sexuales y sus vínculos afectivos.
El divulgador ha señalado que se trata de un debate que hay que llevarlo a cabo de forma colectiva para que pueda despertar en cada uno determinadas conversaciones para seguir formándose, a través de la lectura o con encuentros como el de esta semana para encontrar algo que siempre se puede cuestionar.
“Una de las cosas que me hacen reflexionar mucho son las redes sociales, donde encuentras diferentes aspectos cuestionables de la sociedad actual”, ha señalado Macías, quien ha hablado del ideario machista, aquel en el que el hombre tiene que proteger a la mujer y debería actuar de cierta manera, lo que conlleva a una infantilización del género femenino.
Asimismo, ha declarado que la sociedad debe replantearse el concepto de ‘ser hombre’ porque en algunas ocasiones se juzga si los varones son más o menos masculinos según ejecuten ciertos mandatos o no cumplan con determinados discursos preconcebidos en su entorno social.
“En el ideario popular si el hombre no ejecuta violencia en su comportamiento en determinadas situaciones, no se le considera como tal. Esto se traduce en que el planteamiento de si ser masculino pasa por una normalización de la violencia”, así lo ha indicado Macías.
En este sentido, ha asegurado que es necesario replantearse ciertas actitudes y que la ciudadanía no es consciente de qué connotaciones puede tener o no determinados comportamientos, por lo que se puede normalizar la violencia y esto se traduce en invisibilizarla.
“Hay un proceso previo, porque se asume como algo corriente un acto que puede ser violento para la pareja. Si yo le insisto a tener relaciones, le puedo hacer sentir culpable por no satisfacerme. Lo que ocurre es posicionar los deseos propios por encima de los de la pareja”, ha manifestado el divulgador.
Por otro lado, ha contado que el constructo de ‘ser hombre’ pasa por reafirmarse desde la violencia. La idea de lo que para uno no es violento, puede serlo para su pareja.
“Hay una idea en la que reflexiono bastante y es sobre el concepto de quiénes son los buenos y los malos. Tenemos un ideario, en el que los malos siempre son los otros y nunca conocemos y esto conlleva a deshumanizarlos para no ver el problema en uno mismo. Los hombres nos jerarquizamos entre nosotros mismos y, a la vez, con las mujeres”.
Al hilo de la cuestión, ha puntualizado que ahora se habla de nuevas masculinidades para desmarcarse del concepto de ‘hombre machista’ y volver a invalidar la voz de las mujeres: “Otra idea es la de que se ofende quien quiere. Si cometo alguna conducta molesta con mi pareja me debería replantear me importa demasiado para hacerla sentir bien. Llegamos a un terreno que denominamos solo violencia a lo que sale en las leyes, esto es grave, llegamos a judicializar las conductas. No es necesario judicializar todo para que nos traten con respeto”.
“Es importante que hablemos de violencia para darle visibilidad y dejemos de relacionarnos con desprecio para hacerlo con respeto. Sería interesante que los hombres nos replanteemos nuestro propio constructo, que pasa por si uno elude o no el conflicto. Parece absurdo, pero es una manera de mantenerse por encima por una serie de mandatos. Dejemos el maltrato para que haya una sociedad mejor con una convivencia de calidad”, ha aseverado.
A su término, ha tenido lugar una nueva mesa redonda sobre violencias sexuales invisibilizadas, que pretende dar una visión práctica para intervenir tanto en lo que se hace con las víctimas como en la prevención. Aquí han intervenido Estefanía Acién, Ona de Donestech y Sara Vélez.
En último lugar, Ana Magallanes ha cerrado estas jornadas con un monólogo titulado ‘Coeducar con humor siempre llega mejor’. En definitiva, se trata de unas jornadas que ofrecen una amplia y variada visión sobre un tema tan importante como la violencia sexual y a la que han asistido más de 100 personas inscritas.