La autoridad judicial en Ceuta ha condenado a 1 año y 4 meses de cárcel por un delito contra la salud pública a la persona detenida en posesión de un dron, con el que se estaba llevando a cabo un tráfico de estupefacientes que fue abortado por la Guardia Civil. Los agentes del Instituto Armado recuperaron el elevador además de la droga que portaba, 750 gramos de hachís. Presentado en el juzgado, el varón reconoció la comisión del delito, aceptando la pena de cárcel que no cumplirá al quedar en suspenso bajo la advertencia de no delinquir.
La intervención tuvo lugar en el entorno del Príncipe, donde las unidades de la Benemérita detectaron la presencia de un dron, que terminó cayendo en las proximidades de Piniers gracias a la intervención de los agentes. El aparato llevaba una carga de 750 gramos de hachís y en las proximidades se detuvo al ya condenado, cuando intentaba recuperar la mercancía y el aparato.
La ‘caza’ de este dirigible que portaba por el aire casi un kilo de droga se produjo el sábado de madrugada, concretamente a las 01:00 horas, cuando se encontraban en las proximidades de la valla que delimita el perímetro fronterizo.
El cierre de la frontera entre Ceuta y Marruecos ha cortado una de las vías empleadas por las redes del narcotráfico para introducir la mercancía en la ciudad autónoma y ahora se emplean estos drones como viene constatándose desde hace meses.
Al igual que el hachís por vía aérea tiene por destino Ceuta, los narcodrones que se dirigen al país vecino cargan pastillas que también sirve para la elaboración de karkubi, la conocida como popularmente ‘droga de los pobres’.
El secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz, agradecía este pasado viernes a la Guardia Civil de Ceuta su “compromiso” con la prisión de Mendizábal en “unas labores esenciales para la seguridad del centro” como es el control de la entrada y salida de drones. En un año se han localizado más de 20 narcodrones que tenían como destino la cárcel.