El 28 de junio de 2025 marcará un antes y un después para los cajeros automáticos de las entidades bancarias en Ceuta
A partir de esa fecha, todos los cajeros automáticos en España deberán cumplir con nuevos estándares de accesibilidad. Esta transformación viene marcada por la aplicación del Real Decreto 193/2023, que establece condiciones básicas de accesibilidad y no discriminación en el acceso a bienes y servicios, en línea con la Directiva europea 2019/882 sobre requisitos de accesibilidad para productos y servicios.
Pero, ¿qué implican realmente estos cambios para las personas con discapacidad que utilizan cajeros automáticos? Aquí te explicamos los aspectos clave.
Más accesibilidad, menos barreras
La Directiva (UE) 2019/882 establece que los terminales de autoservicio interactivos —entre ellos, los cajeros automáticos— deberán ser accesibles para todos los usuarios, incluidos aquellos con discapacidades físicas, sensoriales, intelectuales o cognitivas.
A partir de esta fecha, los cajeros deberán:
- Incluir interfaces táctiles adaptadas para personas con dificultades motoras o visuales.
- Ofrecer asistencia auditiva y visual, como lectores de pantalla, subtítulos o salida de audio para personas con discapacidad visual o auditiva.
- Incorporar guías vocales, con auriculares accesibles, para facilitar las operaciones bancarias sin necesidad de visión.
- Permitir una navegación sencilla e intuitiva, con instrucciones claras, contrastes de color adecuados y posibilidad de aumentar el tamaño de fuente.
- Estar ubicados en lugares de fácil acceso físico, permitiendo su uso a personas en silla de ruedas o con movilidad reducida.
El diseño universal como norma
Uno de los principios fundamentales de esta reforma es el del “diseño universal”, es decir, que los cajeros se adapten desde su concepción a las necesidades de todas las personas, sin requerir ajustes o equipos específicos adicionales.
Esto significa, por ejemplo, que un mismo cajero debe poder ser utilizado tanto por una persona sin discapacidad como por una persona con discapacidad visual o auditiva, sin necesidad de asistencia externa.
¿Quién debe cumplir?
La normativa afecta a todas las entidades financieras, bancarias o de crédito que operen en España. No se limita únicamente a bancos tradicionales: también alcanza a cajas de ahorro, cooperativas de crédito y cualquier otro operador que disponga de cajeros automáticos de autoservicio al público.
Además, el cumplimiento no será opcional. Aquellos dispositivos que no se adapten podrán estar sujetos a sanciones o incluso ser retirados del uso público.
No solo cajeros automáticos: también terminales de pago y consulta
La normativa no se limita a cajeros. También incluye otros dispositivos como:
- Máquinas expendedoras de billetes en estaciones.
- Dispensadores de turnos en oficinas bancarias.
- Terminales interactivos de consulta de información financiera.
Todos estos deberán ofrecer un acceso sin barreras y funcionalidades adaptadas, especialmente cuando estén disponibles en espacios públicos o de acceso general.
Un paso hacia la inclusión financiera
Esta actualización normativa representa un paso decisivo hacia una banca más inclusiva. Millones de personas en España con discapacidad —ya sea permanente o temporal— se verán beneficiadas por cajeros más accesibles, lo que reducirá su dependencia de terceros y fomentará su autonomía.
Además, este cambio también facilitará el acceso a personas mayores, usuarias con movilidad limitada o con problemas de comprensión lectora, ya que muchas de las mejoras no solo benefician a personas con discapacidad reconocida, sino también a personas con limitaciones funcionales.
Un cajero automático es un dispositivo electrónico que permite a los usuarios realizar operaciones bancarias sin necesidad de acudir a una ventanilla. A través de él, se pueden sacar dinero, consultar saldos, ingresar efectivo o transferir fondos, entre otras funciones. Funciona mediante una tarjeta bancaria y un código PIN, y está disponible las 24 horas. Su objetivo es facilitar el acceso a servicios financieros de forma rápida, segura y autónoma para clientes de entidades bancarias.
Lo que no deberían de estar los cajeros es en .itad de la calle, donde personas pueden ser víctimas de atracos.