El pasado martes dos integrantes fueron atacados en pleno ensayo y les robaron sus respectivos instrumentos
Dos años soportando constantes acosos y actos vandálicos. Así comienza la denuncia del director de la banda de música de la Encrucijada, Rubén García, sumergido entre un mar de desesperación ante los últimos sucesos acaecidos el pasado martes, cuando en pleno ensayo dos de los jóvenes integrantes, menores de edad, fueron atacados y les robaron sus respectivos instrumentos.
Los acontecimientos se produjeron en la explanada de Juan XXIII, lugar al que trasladan los ensayos cuando el local que les presta la cofradía, situado en Miramar Bajo, permanece ocupado con actividades internas. Los hechos desencadenados durante esta semana “han sido la gota” de un largo historial de incidentes que han vivido durante los últimos años, tanto en el citado local como en el espacio de ensayo alternativo.
Pedradas, insultos y daños de material es el caldo de cultivo que la banda vive cada tarde. “Hace unos meses comenzaron a lanzar piedras por la ventana y le dieron en la cabeza a uno de los niños”, comenta el director.
Según García la Ciudad tiene constancia de los hechos pero “hacen oídos sordos”. Con ello, las llamadas cada tarde a la UIR y la pila de denuncias adquieren mayores dimensiones a la vez que se plantean disolver el grupo.
El director de la banda destaca que son una asociación cultural infantil que promueve una actividad poco pujante en la ciudad, “como es la enseñanza musical”, y señala que “con estas acciones se menoscaban las intenciones de unos pocos que abogan por promover la cultura entre los niños y adolescentes”.
Todo ello adquiere, además, un carácter reivindicativo en cuanto a la negativa manifestada por la Ciudad para concederles una subvención o un local “seguro” en el que no tengan que enfrentarse a estos episodios diarios. “La última reunión la mantuvimos el pasado mes y se nos volvió a negar, aún así seguiremos intentándolo porque esta situación es insostenible, de momento vamos a cancelar los ensayos y nos planteamos seriamente la disolución”.