El tribunal de la Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta ha condenado a un marroquí, natural de Tetuán, a un año de cárcel por un delito de estafa que ha reconocido ante el máximo órgano judicial en nuestra ciudad.
Ese año de prisión queda sustituido por expulsión del territorio nacional por un periodo de 5 años. Además, se le ha impuesto una multa de 6 meses a razón de 5 euros diarios, así como el pago de 616 euros que fue el perjuicio causado por la estafa.
El ahora condenado se encuentra en Marruecos y se conformó con esa resolución judicial que ya es firme a través de videoconferencia.
Nació en 2005, pero dijo haberlo hecho en 2007
El acusado, identificado como Y.J., había nacido en el año 2005, pero, al llegar a Ceuta, tiró de picaresca para ocultar su carné de conducir de Marruecos, manifestando a los policías y al fiscal responsable del área de Menores que había nacido en 2007 para ser declarado menor y disfrutar de las prestaciones y ayudas económicas.
De esta manera, indujo a error y provocó que se incoara un expediente de determinación de edad, acordándose por decreto que se hicieran pruebas radiológicas y posterior examen forense.
Ingresado en un centro de menores sin tener derecho a ello
El joven fue puesto a disposición del área de Menores, al objeto de que le dotaran de las medidas de protección y asistencia previstas en la legislación española para quienes no han alcanzado la mayoría de edad.
Así, fue derivado a un recurso de protección para disfrutar de ayudas que no le correspondían.
Una vez teniendo la documentación que acreditaba su mayoría de edad siguió residiendo en el centro y disfrutando de prestaciones hasta que se descubrió esa estafa al sistema.
El ahora condenado estuvo desde el 28 de junio al 5 de julio de 2024 en un centro de menores provocando un gasto a la administración de 616 euros.
Un engaño que tiene condena de la administración judicial
El falso menor ha reconocido los hechos ante el tribunal de la Audiencia, aceptando la pena impuesta por estafa, que queda sustituida por el cumplimiento de esa expulsión del territorio nacional.
Dicha pena evidencia que hay quienes se aprovechan del sistema, provocando perjuicios no solo a las instituciones por hacer un uso perverso de las ayudas existentes, sino también a otros menores de edad.
Sobreocupación de los centros de acogida
Esta sentencia se dicta además en un periodo de sobreocupación de los centros de menores, ya que Ceuta sufre una presión notable de menores extranjeros no acompañados, lo que le ha llevado a tener que habilitar recursos para poder atender a todos.
Así, al centro de La Esperanza vienen a sumarse otros como las naves del Tarajal o los recursos establecidos en Piniers.
Que alguien se aproveche de esos recursos supone una estafa a la administración, como ha sucedido en este caso, pero además lastra la atención que se debe ofrecer a otros niños que realmente sí necesitan de esos recursos económicos y asistenciales.
Se da, por tanto, un uso perverso de las disposiciones de las que puede echar mano la administración pública.
No es el primero caso detectado y sancionado
No es el primer caso sancionada por la justicia de Ceuta, que se nutre de las inspecciones y controles que llevan a cabo los profesionales para detectar esas trampas y engaños.
A la comisión de la estafa se suma la gravedad de tener a adultos conviviendo en centros de menores porque han conseguido burlar los controles establecidos hasta que finalmente se conoce la verdad.







Los menas tendrían que estar con sus padres,no se que tontería es eso de protegerlos
616 euros de gastos por 8 días? No es viable que cada MENA nos cueste a los contribuyentes 28.000 euros anuales, no es lógico que cueste esa cantidad mantener a un MENA cuando la mayoría de los hogares españoles con un mínimo de dos adultos y un menor dispone de muchísimo menos para salir adelante contribuyendo, además, al mantenimiento de esos MENAs vía impuestos que nunca regresan en servicios acordes a lo que se contribuye, lo siento muchísimo pero España no es una ONG, en España hay muchos niños y familias autóctonas que ni por asomo tienen cubiertas sus necesidades ni tienen el apoyo institucional que se merecen, en España están reguladas muchas condiciones a cumplir para acceder a ayudas básicas, en España ya hay demasiada desigualdad entre las familias autóctonas y las foráneas. Si no cambiamos el sistema será imposible que los niños españoles de hoy sean capaces de mantener el ritmo de ayudas a los que hoy son MENAs y que serán los adultos sin recursos del mañana. No creo que los que toman las decisiones sobre estos asuntos sean capaces, en su ámbito económico personal, de dar más de lo que tienen a quienes yo decida que lo merecen y dejando su su economía en números rojos por siempre y creciendo exponencialmente con intereses impagable.
Vamos, que lo va a pagar... Y así con todos...