De trasfondo la tragedia de las muertes, hoy también en Melilla
Nada cambia en el Tarajal. Las medidas anunciadas hace un mes por el Ministerio de Interior no se ven en un entorno fronterizo que sufre el particular síndrome del ‘día de la marmota’. Siempre es lo mismo.
Las largas colas hacen intransitable la zona. Los atascos complican incluso la labor de las ambulancias. Los camiones y los vehículos de servicio público también se ven afectados.
Ya se ha convertido en algo normal que los autobuses dejen a sus usuarios en la rotonda del hospital, mientras la explanada preparada para acoger a los vehículos patera sigue sin cambios. Asoma como un terreno muerto que arrastra más de un año de promesas.
El tránsito de porteadoras cargadas de bultos ha sido casi imperceptible por el paso del Tarajal. Aún se recuerdan las muertes de Ilham y Souad, mientras en Melilla hoy ha vuelto a asomar la tragedia con avalanchas que han causado muertos y heridos.