Las obras que desde hace seis meses se desarrollan en la barriada de Hadú avanzan a buen ritmo. Lo hacen antes de comenzar con el segundo tramo que alcanzará hasta el Acuartelamiento González Tablas, en Ceuta.
FaroTV ha recorrido el avance de las ejecuciones de la mano del director de obra y gerente de Acemsa, Juan Manuel Sánchez Valderrama. El responsable ha detallado que, tras superar un arranque complejo, los trabajos se encuentran ya en una fase muy avanzada en su primer tramo.
El proyecto, que comenzó oficialmente hace medio año, tuvo que enfrentarse a un importante reto técnico: el desvío de numerosas tuberías que cruzan toda la calle.
“Antes de iniciar lo que es la propia obra, hubo que desviar todas las tuberías, que son muchas las que pasan por esta calle”, explica Sánchez Valderrama. Este procedimiento se centró especialmente en el primer tramo, que llega hasta la intersección con Romero de Córdoba.
La innovadora infraestructura
Tras ese primer paso, se procedió a excavar a una profundidad considerable, de aproximadamente cinco metros, para instalar una innovadora infraestructura: cajones prefabricados de gran tamaño que permitirán concentrar todos los servicios principales de la vía.
Actualmente, esa primera parte de la obra está “prácticamente lista”, y ya se están preparando los desvíos necesarios para afrontar el segundo y último tramo, que se extenderá hasta el cuartel de Regulares.
Además, esa galería se esta impermeabilizando, algo esencial para que en el futuro esté siempre seco, sin humedades, y que los operarios puedan trabajar sin traba alguna si hubiera cualquier tipo de incidencia.
Cajones de servicio: la clave para una calle más eficiente y duradera
Una de las grandes novedades del proyecto es la instalación de estos cajones estructurales, que conforman una galería de servicios soterrada. Su utilidad será decisiva para el futuro de la calle.
“La idea ha sido crear una galería técnica donde vayan todas las tuberías principales: abastecimiento, saneamiento, aguas pluviales, telecomunicaciones…”, detalló el gerente de Acemsa.
Gracias a esta nueva infraestructura, cualquier reparación o sustitución de servicios podrá hacerse sin necesidad de romper el pavimento ni de interrumpir el tráfico o afectar a los vecinos.
“Se puede acceder directamente y hacer los cambios desde dentro, sin que ni el ciudadano ni la calle se vea afectado”, explicó. Esto representa un cambio radical respecto a la situación previa, donde cualquier avería obligaba a cortar tanto la vía como el suministro de agua.
Estas medidas responden a un problema histórico en Hadú: la presencia de tuberías antiguas, muchas de ellas principales para el suministro de toda la ciudad. “Cada vez que hemos tenido una avería, hemos tenido que cortar el suministro en zonas bastante amplias de la ciudad y actuar deprisa y corriendo para arreglarlas”, recuerda Sánchez Valderrama. Con las nuevas conducciones, se reducirá notablemente el riesgo de roturas.
Segunda fase: conexión de tuberías y repavimentación completa
Con los cajones ya instalados en el primer tramo, el siguiente paso es la colocación definitiva de todas las conducciones. “Ahora es colocar todas las tuberías, que ya están casi todas puestas”, comentó. Aún quedan algunas piezas por instalar, pero la estructura general ya está prácticamente concluida en esa primera parte.
Una vez finalizada esta fase, se procederá a demoler aceras y a repavimentar por completo toda la calle. El resultado final será una vía completamente renovada, tanto por fuera como por debajo.
“Vamos a construir una calle completamente distinta y nueva, diferente a lo que había”, afirmó el director de obra, subrayando que no se trata solo de una mejora técnica, sino también estética y funcional.
Esta transformación no ha estado exenta de complicaciones, propias de una obra de esta envergadura. Hadú es una de las principales arterias urbanas de la ciudad, tanto a nivel de infraestructuras como de circulación y actividad comercial. El terreno amplio y la densidad de servicios han añadido dificultad al proyecto, que ha requerido una cuidadosa planificación.
Colaboración ciudadana, clave para el avance sin contratiempos
Pese a estos obstáculos, la respuesta de la ciudadanía ha sido ejemplar. “A pesar de que tenemos toda la calle cortada, los usuarios han utilizado otros desvíos y no estamos teniendo problemas graves”, señala Sánchez Valderrama.
El comportamiento de los vecinos y comerciantes ha facilitado la ejecución de los trabajos sin conflictos mayores.
Este aspecto era una de las principales preocupaciones al iniciar las obras, dado el impacto potencial en la movilidad y en la vida diaria de los residentes. Sin embargo, hasta el momento, se ha evitado el caos circulatorio o las quejas masivas. La planificación por tramos y la información constante han ayudado a mantener el orden.
El director de la obra ha insistido en que se está trabajando “lo más deprisa posible” para minimizar las molestias y lograr que la obra esté finalizada cuanto antes.
Con el primer tramo casi terminado y el segundo ya en preparación para comenzar los trabajos, todo apunta a que Hadú disfrutará el próximo año, se calcula que queda unos 12 meses, de una calle completamente renovada, moderna y funcional, tanto en superficie como bajo tierra.






Después vienen los meses de pruebas, a ver cuando empiecen a pasar autobuses y vehículos pesados si aguantan el peso y los días de lluvia que se filtre el agua. Espero que hallan tenido en cuenta todas estas variables.
La cara A es que esde valorar toda aquella obra que sea para beneficio la Ciudad, como este caso. La cara B es donde está ese Hadu de hace 10-15 años que estaba repleto de pequeños negocios y ahora está reventado.
Tanto lo primero como lo segundo= El Ayuntamiento.
Esto quien de verdad lo sufre son los vecinos, haber si terminais pronto porque se esta volviendo insoportable